Uno de los aspirantes al título de la Copa de la Reina que mañana echa a rodar en A Coruña es el Telecable Gijón, equipo de María Sanjurjo (A Coruña, 2000). La campeona del mundo llega a su ciudad con ganas de quitarse la espina de haber caído en semifinales tanto de liga como en Europa. Aunque al conjunto asturiano le tocó un duro rival para los cuartos de final, en los que se enfrentará al Manlleu.

Llega una competición muy especial, la Copa de la Reina, y en A Coruña.

Todas las competiciones son especiales para mí, pero esta es verdad que será en casa, con mi familia y amigos... así que un poco más. Ojalá que, en mi ciudad, ganemos el Liceo y el Telecable Gijón. Sería perfecto.

¿Le da un plus de motivación el hecho de que sea la última oportunidad de ganar un título esta temporada?

Es la última competición del año y la última oportunidad que tendremos de ganar un título, por eso vamos con muchas ganas de intentar llevarnos la Copa.

En el Telecable se han quedado a las puertas en la liga y en Europa, perdiendo en ambos casos en las semifinales.

Yo tengo esa espina clavada. Ahora a ver si por el hecho de jugar en casa, en una pista como el Palacio que tengo muy entrenada, me ayuda a quitármela.

Fueron las que más cerca se quedaron de batir al intratable Palau. ¿Eso ayuda a afrontar la Copa de la Reina?

Fue un partido —las semifinales de la Liga Europea— que se podría haber decantado de cualquiera de los dos lados. Al final fue del de ellas, pero estoy confiada en que esto pueda cambiar. Ya sabemos que tenemos el nivel para ganarle a cualquiera. Así que a mí más que moral o confianza, lo que me dio fue rabia por no poder estar en la final.

¿No les sonrió el sorteo?

Empezamos contra el Manlleu, subcampeón de la liga. No es el mejor comienzo, pero mirándolo por el lado bueno, partidazo ya para empezar. Nos lo tomamos bien, así que ahora a disfrutarlo y a competir.

Repasando los títulos del año: Palau y Barça ganan la liga femenina y masculina; Palau y Sporting, la Liga Europea femenina y masculina. Y el Barça, la Supercopa. Punto. Porque no hay femenina.

Efectivamente, no hay Supercopa de España femenina, es algo que llevamos reclamando varios años.

¿A estas alturas así?

Totalmente. Se le ha dado cancha al tema, sobre todo a través de redes sociales, pero no nos hacen mucho caso.

¿Con cuántas desigualdades se encuentra todavía?

Pienso que se ha avanzado mucho, tengo compañeras más veteranas que me cuentan lo mucho que han tenido que luchar. Yo cuando empecé todavía no era muy normal que jugáramos las chicas, de hecho era la única que lo hacía en el colegio Dominicos. Ahora ya se ha normalizado. Y cada año estamos mejor. Pero quedan mucha desigualdad. Como el tema de los árbitros. No nos pitan igual que a los chicos. Y hay que ir equiparándose.

¿Les gusta el formato de que coincida en una misma sede la Copa del Rey y la Copa de la Reina?

Para el espectador es bueno, porque así tiene más variedad. Además verán que los partidos de chicas son un espectáculo, para mí más entretenidos, nunca se sabe quién va a ganar, hay más candidatos. Y en A Coruña en particular también le viene bien a las niñas para que tengan la posibilidad de ver a jugadoras de este nivel, que ahora de momento no la tienen.

La tendrán el año que viene.

Sí, por el ascenso del Liceo. Me alegro muchísimo, por el club y por todas las amigas y compañeras que tengo allí.

¿Tenía también esa espina clavada?

Obviamente no me gustó irme y que el equipo descendiera. Pero son decisiones que hay que tomar. A ver si ahora el proyecto tira para adelante, están fichando bien.

¿Y de usted qué será, seguirá en Gijón?

Estoy muy centrada en la Copa del Reina. Después ya se dirá.