El Deportivo Liceo empezó la Copa del Rey con suspense. Sesenta minutos necesitaron los verdiblancos para doblegar la resistencia del Voltregá, encarnada en la figura de su portero Blai Roca, con un gol de César Carballeira al final de la prórroga. Y aún le quedaría un infarto más, con una directa en contra pitada a tres segundos para la bocina. Sufrimiento y más sufrimiento, a pesar de que había dominado por completo la primera parte, pero con el que ha podido cumplir con el primer objetivo. Ahora tendrá un día de descanso. Menos mal. Hoy turno para la otra parte del cuadro: Reus-Girona (18.00 horas) y Barcelona-Noia (20.45).

La primera parte solo tuvo un color. Si el Liceo hubiese estado más efectivo para materializar todas las ocasiones que generó, no hubiesen llegado los dígitos del marcador. Los verdiblancos entraron al partido con las ideas muy claras de cuál era el camino hacia la portería contraria, buscando constantemente conectar con el segundo palo. Empezaron a llegar los casi. Casi llega David Torres a la asistencia de Roberto di Benedetto. Casi coge el rechace Maxi Oruste de un chut de César Carballeira. La azul a Marc Palazón casi supone cortar el gafe de Jordi Adroher con las directas. Aunque por lo menos sí supo sacar provecho al rechace, con inteligencia, para que la bola se colora en la portería. Era el 1-0.

Y volvieron los casi. Casi para Marc Grau, casi para Franco Platero, casi para Roberto di Benedetto. Blai Roca también tenía mucho que ver en todos ellos. Hasta los rechaces despejaba. Y el Voltregá sentía que estaba saliendo vivo, que avanzaban los minutos y seguía en el partido, y empezó a despertar. El aviso más importante lo dio Gerard Teixidó, cuyo disparo dio en el palo. Para terminar la primera parte , otro intento para Jordi Adroher desde la directa, que se topó con el meta catalán, que tuvo que volver a sacar sus reflejos ante Dava Torres y frente a César Carballeira. Fin de la primera parte.

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Y arranque de una nueva historia con el segundo tiempo, que ya se abrió con un golpe en la frente para el Liceo. Penalti que Arnau Canal convirtió en el 1-1. Y aviso de Teixidó en la jugada siguiente. Y falta directa en contra un poco más allá, que Grau paró al propio Teixidó. La bola parada tampoco se alió a favor del Liceo, con palo de Carballeira en un penalti, Aunque lo volvió a arreglar Grau al frenar la directa de Vargas. Roberto di Benedetto dio aire a los verdiblancos cuando más lo necesitaban. Su disparo se coló casi entre las piernas del mete.

Jugó mejor desde entonces el Liceo, pero ya no encontraba ocasiones tan claras. Y el Voltregá encontró la suya a la contra, de tiralíneas hasta encontrar a Roger Font mejor posicionado para batir a Grau. Un gol que parecía encaminar el partido a la prórroga de la que pudo haber salvado Adroher con su tercera directa de la noche. Al palo. Qué cruz. Prórroga. Y ahí sí que ya solo hubo un equipo. Solo lo intentó el Liceo, y eso que abrió el tiempo extra con su decimocuarta falta, quedándose a una de la falta directa. Los verdiblancos querían evitar los penaltis a todo costa. Los primeros cinco minutos fueron un monólogo. Los segundo, más de lo mismo. Por eso el gol de César Carballeira fue una liberación. Lo celebró con el escudo, ese que ha defendido veinte años de sus 25 de vida. El público ya celebrara. Pero le tocaba un último infarto. Decimoquinta falta cuando quedaban tres segundos por jugar. Directa. Canal la falla. El Palacio, estalla.

El Caldes remonta al Lleida (5-4)

El Caldes fue el primero de los equipos masculinos en lograr la clasificación para las semifinales al eliminar al Lleida con una gran remontada (5-4) en un partido con múltiples interrupciones y en el que hubo doce acciones a bola parada: ocho faltas directas y cuatro penaltis. El Lleida dominó la primera parte. Se fue al descanso no solo con un 0-3 en el marcador sino con la sensación de tener una marcha más que su rival. Pero el Caldes solo necesitó los cuatro primeros minutos de la segunda mitad para igualar el tanteo. Después, en otro minuto loco, cogió dos goles de ventaja y Bruno di Benedetto en la recta final recortó e hizo soñar con la prórroga, que los ilerdenses intentaron incluso sin portero.

Voltregá y Manlleu, semifinal

El Voltregá se convirtió en el primer semifinalista. El conjunto de Sant Hipolit y el Sant Cugat abrieron la competición a primera hora de la mañana con un partido muy intenso. Las blanquiazules, favoritas, necesitaron de la prórroga para doblegar a un rival que jugó muy compacto que incluso dispuso de una directa a cuatro minutos para la bocina con 1-1 en el marcador. Pero al Sant Cugat le faltó calidad arriba y el Voltregá sentenció en la prolongación con tantos de Berta Tarrida y Judit Burgaya, esta de falta directa. Por la tarde fue el turno del Manlleu y el Telecable Gijón, la repetición de las semifinales por la liga. Un partido en el que las catalanas, con una Peke en estado de gracia, se pusieron con una ventaja de 5-1. Hasta que llegó la espectacular reacción de las asturianas, ya en la recta final. La coruñesa , con un golazo, firmó el 5-4, y el Gijón se fue a por el empate sin portera, igual que había hecho en la liga. Y fue cuando recibió el sexto que metió al Manlleu en semifinales contra el Voltregá, repetición de las semifinales europeas.