Con apuros, pero con solvencia, el Barcelona accedió a las semifinales de la Copa del Rey tras doblegar a un Noia al que le sobraron las dos azules a Costa. Los azulgrana aprovecharon las dos superioridades para marcar tres de sus seis goles. Efectividad y un recurso más para citarse hoy con el Reus.

El Noia demostró por qué se ha ganado esa fama de equipo incómodo. Primera oportunidad y Ferrer no perdona. Pero empezaron las rotaciones y ahí el Barça, con su trasatlántico, toma ventaja. Entraron casi a la vez los cuatro nuevos, uno un Pablo Álvarez, que no falla ninguna bola muerta en el área, (1-0). Con una azul a Costa, Alabart falló la directa, pero en superioridad, Nunes encontró el espacio para conectar uno de sus fuertes disparos y hacer el 2-1. Despertó el Noia, espoleado por el cabreo de su portero al recibir un aluvión de disparos, y en un penalti, Costa batió a Egurrola. Ambos equipos tuvieron dos ocasiones más a bola parada. Una directa el Noia que falló Esteller. Otra directa que no transformó Bargalló.

En la segunda, con la segunda azul a Costa, el Barça volvió aprovechar sus minutos en superioridad para adelantarse. Matías Pascual encontró a Álvarez en el segundo palo. El Noia, con menos cambios, empezó a sufrir. El golpe fue demasiado duro. Estuvo aturdido y despertó con otro penalti de costa. Pero encajó el la jugada siguiente un golazo de Alabart. Y la azul a Manrubia le costó el sexto, tercero en inferioridad.