A punto de cumplir 21 años, la coruñesa María Sanjurjo retorna al Deportivo Liceo para ser el estandarte del nuevo proyecto verdiblanco tras el ascenso a la OK Liga, una categoría en la que la campeona del Mundo quiere seguir siendo protagonista, como en los últimos tres años en las filas del Telecable Gijón. Regresa convertida en una jugadora “más que nueva, diferente”, con muchos kilómetros patinados en la élite, donde quiere consolidar al Liceo y convertirlo en un equipo ganador. La permanencia no la coma. Aspira a mucho más: “Vuelvo con la mentalidad de ganar cosas, no de solo mantenernos”.

Hace un par de semanas estaba jugando la Copa de la Reina en el Palacio de Riazor con el Telecable y ahora ya cerró su etapa en Gijón y ha fichado por el Liceo. ¿Pensaba entonces que podía volver?

La verdad es que la gestión fue después de la Copa de la Reina. Obviamente se te pasa por la cabeza cuando el club de tu ciudad asciende, pero no era una opción principal.

Cuando le llamó el Liceo, ¿tuvo clara su decisión desde el primer momento?

No, no, claro, me lo tuve que pensar un montón, muchísimo. Era una decisión muy complicada. Yo en Gijón estaba bien. Tenía compañeras que no eran solo compañeras, eran mis amigas. Al final son cosas que te tiran, aunque vuelva a casa. Son cosas que te hacen pensar, por eso que me lo he tenido que pensar bastante pero al final he decidido volver. Aquí también tengo muy buenas amigas y me apetece muchísimo el proyecto deportivo.

¿Una alegría tremenda?

Sí, aunque es complicado, porque donde estaba también estaba muy bien, sobre todo con mis compañeras. Sí es una alegría pero tiene sus dos partes.

¿Es una jugadora diferente a la que se fue, sobre todo más madura?

Yéndome a vivir sola con 18 años creo que hay muchos aspectos de la vida en los que sí que he madurado, tanto fuera como dentro de la pista. También soy otra jugadora a la que estaba aquí antes. Yo creo que vuelve una persona diferente, más que nueva, diferente.

¿En qué aspectos ha cambiado como jugadora?

Soy más madura deportivamente, en el sentido de que he pasado experiencias bastante duras, también he pasado experiencias muy buenas, como el Mundial. He vivido más cosas de las que había vivido aquí. Ir a un equipo nuevo, muy bueno; estar sin jugar o jugar más en un partido y menos en otro; perder títulos importantes… Y luego está la parte buena: gané cosas, disfruté. Son experiencias de la vida que me han hecho madurar tanto deportivamente como fuera.

¿Asume con naturalidad el papel de estandarte del nuevo Liceo?

Bueno, yo creo que sí que seré un poco referente, pero también han fichado jugadoras muy buenas que también van a ser unas buenas referentes para la base, jugadoras que me parecen top y que pueden hacerlo muy bien. También son muy buenas, yo creo que lo van a demostrar y se va a ver la calidad que tienen. Entonces, sí que tendré protagonismo, pero estoy segura de que las otras lo van a tener también, que es lo bueno de los equipos.

¿Ve mimbres para aspirar a algo más que a la salvación?

Yo creo que con este equipo podemos optar a ganar cosas. Yo vengo con esa mentalidad, no vengo con la mentalidad de solo mantenernos. Eso lo intento dar por hecho. Yo vengo confiada y con ganas de ganar cosas, no de solo mantenernos.

¿A qué se refiere cuando habla de “ganar cosas”?

Pues si es la Liga, la Liga; y si es la Copa de la Reina, pues la Copa de la Reina.

Es ambiciosa.

Sí, bastante.

¿El reciente título de Copa del Liceo masculino puede servir de tirón para que el público decida acercarse también al equipo femenino?

Está claro que cuando el club va bien, si tienes un sector femenino, pues también va a ir mejorando. Yo creo que para que haya una gran mejora tenemos que demostrar nosotras también que podemos competir, que somos buenas, y que sea algo mérito de nosotras, no solo de los chicos.

¿Cree que se están dando pasos hacia la igualdad o todavía falta mucho?

A ver, sinceramente, faltar, falta mucho, pero sí que se están dando pasos. Este club es una buena imagen. Hace tres años no veía que se le diera la misma importancia que se le está dando ahora al hockey femenino, y eso ya es un gran paso.

¿Seguir en la selección española también es un objetivo?

Claro, eso sin duda. Eso es ya más un sueño y es algo que quiero seguir cumpliendo año a año. Si puede ser, perfecto.