El ascenso del 5 Coruña a Segunda División femenina tiene dos nombres propios: Leny López y Anita Lago. Ellas ya estaban en el equipo cuando en 2012 se fundó el club y el proyecto echó a rodar en provincial. Leny, de hecho, ya llevaba el brazalete de capitana, que no se ha quitado en todo este tiempo y que ahora comparte con su compañera durante casi una década. Y Anita fue la autora del gol definitivo de la final autonómica contra el Cidade de Pontevedra que clasificó a las coruñesas, por primera vez en su historia, para categoría nacional. Ambas todavía no asimilan este éxito, fruto del trabajo y la constancia, incluso entrenando fuera de horario y en pabellones descubiertos, y capitaneado desde el banquillo por Fani Martínez.

Anita y Leny (izquierda).

“Aún no he tenido tiempo de asimilar lo que significa este ascenso”, asegura Leny. “Era impensable cuando hace nueve años nació el proyecto. Hoy me acuerdo de todas las compañeras que pasaron por el club, que sumaron sin saberlo su granito de arena. De todos los entrenadores, que aportaron su conocimiento y buen hacer para lograr un equipo más competitivo, de todas nuestras rivales, compañeras de pasión defendiendo colores diferentes pero que con su exigencia nos han hecho superarnos y por supuesto, de nuestras familias y amigos,”, enumera. “Para mí el ascenso es un sueño que todavía no me creo”, indica Lago, “a principio de temporada nos preguntaron cuáles eran nuestros objetivos y los míos eran disfrutar y quedar lo más arriba posible de la tabla y al final hemos ganado la liga y ascendido”. “Llevo en este club desde el día de su inauguración y no me había imaginado llegar hasta donde lo hemos hecho. Solo me queda dar las gracias a mis compañeras y cuerpo técnico por dejarme formar parte de este sueño”, añade.

María.

En una temporada dura, con muchas incertidumbres derivadas de la pandemia, destacan la “unión” y el “compromiso” que les han llevado hasta aquí, un objetivo que no se habían planteado y que aunque es “una sorpresa”, como reconoce Sergio Blanco, uno de los directivos del club, forma parte de la evolución natural del 5 Coruña. “Aumentarán los gastos, con desplazamientos más largos, arbitrajes, fichas e inscripción más caras... pero lo vamos a afrontar con garantías. Para nosotros es un pequeño salto y apostaremos como base del proyecto por la gente de la casa. No vamos a tirar la casa por la ventana. Haremos un proyecto muy nuestro. Y en ese sentido también hay una figura principal: María Romero. En 2012 era una niña que formaba parte de la escuela de iniciación mixta. Ahora, una adolescente que tras pasar por todas las categorías, llega a Segunda con un derbi conta el Amarelle que promete.