Y al quinto día, al tercer intento, llegó la medalla de Paula Otero en el Campeonato de Europa júnior de natación. En Roma, había tirado al palo en el relevo de 4x200. Lo mismo en los 800 metros, incluso con desenlace cruel y solo una centésima separándola del podio. Pero en la final de 1.500 metros libres disputada ayer, no se escapó un bronce igual de merecido que perseguido. Se puso tercera en el pase de los 300 metros y ya no abandonó nunca esa posición. Importa el metal. E importante los tiempos. La coruñesa, de 17 años, se está consagrando en el fondo. El de 1.500 fue de 16.19.92, 26 segundos menos de la que hasta entonces era su mejor registro, mínima olímpica, mínima para el Campeonato del Mundo júnior —que iba a ser en agosto y ha sido aplazado— y, sobre todo, marca de referencia ENA, es decir, para formar parte del equipo nacional absoluto el próximo curso. La elite de la elite española. Y la del CN Arteixo ya es una más de ese selecto club.

Otero avisó hace unas semanas, en el Campeonato de España de aguas abiertas, que se encontraba en un estado de forma excepcional. Y mejor cuanto más se alargaban las pruebas. En la capital italiana, de hecho, no estuvo tan fina en los 200 metros, sin poder acercarse a sus marcas. Pero en el 800 y en el 1.500 fue una apisonadora. Aunque en la primera de las distancia se le escapase el premio, eso no borra el excelente tiempo. Utilizó la misma táctica para el 1.500. Dejó que las turcas salieran a lo suyo, a toda velocidad, sin cebarse intentando seguir su ritmo. Se impuso el suyo propio. Casi como un reloj, a 32 segundos cada parcial de 50 metros —solo se le fue a 33 en tres de ellos—. Se puso tercera en el viraje de los 300 metros y ya no abandonó ese puesto. Tampoco Merve Tuncel la primera plaza. La turca cabalgó en solitario hacia el oro y el récord de Europa júnior con 15.55.23. Su compatriota Deniz Ertan, ya en la liga de las mortales, fue segunda con 16.14.26. La coruñesa, por momento, parecía que iba a estar en disposición de darle alcance, quizá se quedó sin metros. Por detrás del trío de cabeza nadie podía seguir el ritmo. Paula Otero ya podía saborear su medalla sin susto final.

Hoy, 400 metros

A Paula Otero todavía le queda hoy otra prueba para seguir brillando en la piscina del Foro Itálico de Roma. Por delante tiene en la que será la última jornada del Campeonato de Europa júnior unas exigentes eliminatorias de 400 metros libres. Siempre es una distancia en la que se multiplican las rivales, porque suben nadadoras del 200 y bajan otras desde el fondo. Eso será por la mañana. Por la tarde, si se mete entre las ocho primeras, volverá a soñar con las medallas. Sin olvidarse que en dos semanas tendrá en París el Campeonato de Europa júnior de aguas abiertas en el que, visto su estado de forma, también está permitido soñar en grande. Allí ya entrarán en juego otros condicionantes, además del ritmo, como el manejarse en grupo, con los habituales golpes. Pero tiempo al tiempo. Primero, saborea el éxito en Roma.