Paula Medín y Mónica Castelo resisten. Las dos veteranas jugadoras coruñesas no se dejaron desanimar por el aplazamiento del Mundial de rugby, donde ambas tenían pensado poner el punto y final a sus carreras. A pesar del duro golpe, sobre todo mental, las campeonas de Europa han conseguido reponer fuerzas para estar en el grupo de 30 que desde ayer prepara en Jaca, a las órdenes de José Antonio Barrio, el torneo de clasificación para la cita de Nueva Zelanda y que tendrá lugar en Parma. Allí, los días 13, 19 y 25 de septiembre, España se tendrá que medir a Irlanda, Escocia y la anfitriona Italia. Si gana, logrará directamente el billete. Si no, tendría que acudir a la repesca mundial, que otorgará la última plaza en juego. Entre las 30 elegidas también figura Paula Requena, que la pasada temporada militó en las filas del CRAT, pero el club ha anunciado estos días en redes sociales que no seguirá en la disciplina del conjunto de Arquitectura el próximo curso.