Inmejorable forma de apagar las alarmas después de las dos derrotas con las que el Leyma Coruña había abierto la temporada. En Granada. Contra uno de los aspirantes al ascenso a la ACB. Con revancha por la eliminación en la semifinal del play off. Y dando una exhibición para un victoria de prestigio: 79-88. Por un lado, de defensa. Los naranjas, en muchos momentos en zona, anularon por completo al MVP de la pasada temporada, un Lluis Costa que solo pudo aparecer en los primeros minutos. Por otro, de éxito desde el perímetro Doce triples, un 42% de acierto. Y por último, una nueva reivindicación de Nick Ward: 22 puntos, 9 rebotes, 6 faltas recibidas y 31 de valoración. Camino de su segundo MVP seguido y aún no está en plena forma —en el último cuarto, cansado, ni siquiera anotó—. Le ha costado llegar. Hasta la tercera jornada. Pero el Leyma de Sergio García ya está aquí.

Movimiento bajo la canasta de Nick Ward, del Leyma, en el partido de ayer en Granada. | // FERMÍN RODRÍGUEZ La Opinión

La presencia del pívot estadounidense era ya de por sí un peligro en la pintura rival. Si contra Cáceres, en el estreno, sufrió, todavía sin adaptarse en la categoría, frente al Valladolid ya había dado un recital. Así que en Granada ya estaban avisados y aun así no pudieron hacer nada para frenarlo. La primera jugada ya dejaba clara la consigna. Balones a Ward. Sacó la primera falta. Solo anotó el primer tiro libre, Javi Vega cogió el rebote del segundo, asistió a Johan Lofberg y este metió el triple. Casi perfecto. El Leyma estaba enchufado. La conexión Costa-Iriarte mantenía a los locales en el marcador, pero entre los triples —en apenas seis minutos cayeron cinco— y las acciones de Ward en la pintura, la ventaja se estiró hasta el 11-20, incluso con una acción de 3+1 de Zach Monaghan. Recortaron entonces los andaluces, aprovechando que los naranjas se tomaron un pequeño respiro en la anotación. Un nuevo 2+1 de Ward finiquitó el primer cuarto (20-25). A años luz del rendimiento en Cáceres.

El estadounidense estaba imparable. Cada vez que recibía, se movía rápido y machacaba, Si no llega a ser por los triples de Pere Tomás, el Granada hubiese estado en serios apuros. Pero llegó a empatar. A 34 y a 36. Lo más cerca que estuvo en el marcador. El Leyma cerró el segundo cuarto con un triple de Vega precedido de una meteórica circulación de balón por el perímetro. Los naranjas estaban rozando la perfección pero no se iban en el marcador (40-41).

Se repetía el guión en la reanudación. Los visitantes eran superiores, se escapaban, pero los locales hacían la goma, se reenganchaban —con el cuarto triple de Pere Tomás, por ejemplo—. Nunca se conseguían poner por delante. Hay que destacar también a Mo Soluade, que dio buena cuenta de su clase. Zach Monaghan dejó sus destellos. Y Kadre Gray se encuentra cada día más adaptado. Suyo fue el triple con el que murió el tercer cuarto (61-67) y también con el que se abrió el tercero (61-70).

El Leyma anotaba de tres en tres, con otro triple de Lofberg y dos 2+1 seguidos de Hamilton. La diferencia se instaló en los diez puntos cuando se entraba en los dos últimos minutos (71-81). Los coruñeses dilapidaron varios de sus ataques, pero apenas sufrieron. Quizás un tiro de triple de Lluis Costa, que no entró, hubiese cambiado todo. Pero del posible 76-81 se pasó el 74-83, quedaban escasos segundos y ya era imposible que el triunfo se escapase, cerrado por otro triple de Hamilton y dos tiros libres de Lofberg.