Enmanuel Reyes fue una de las sensaciones de los Juegos Olímpicos de Tokio. Y eso que se quedó sin medalla. Su combate de cuartos de final contra el cubano Julio César la Cruz dejó una polémica huella, porque muchos entendidos de boxeo consideraron que era el coruñés el que tenía que haber pasado de ronda y, con ello, asegurarse un puesto en el podio de los pesos pesados. Ahora todo eso ya está olvidado, enterrado en el cajón de las causas perdidas. Y el Campeonato del Mundo de Belgrado (Serbia), en el que inicia hoy su participación en primera ronda contra el griego Vagkan Nanitzanian, le da esa oportunidad de revancha. No mal entendida. Porque en ese sentido ya ha pasado página. Si no de demostrar todo el boxeo que lleva dentro y empezar el nuevo ciclo olímpico, más corto con solo tres años hasta París 2024, con un oro mundial  que empiece a pesar en su palmarés.

“Llego bien, me he preparado bien”, dice el púgil, nacido en Cuba pero nacionalizado español y afincando en A Coruña, donde vive con su familia —aunque entrena en Madrid con la selección española—. “Fue un poco duro volver después de los Juegos Olímpicos”, reconoce sobre todo el revuelo y compromisos posteriores a su vuelta de Japón, “y he tenido solo un mes de preparación, por lo que ha sido corto, pero muy intenso y duro”. El objetivo, como siempre que compite, es ganar. Sin segundas interpretaciones. “No voy con ánimo de revancha. Porque además no solo hay un rival, hay muchos”, dice sobre Julio la Cruz, que convirtió el combate de cuartos de final de los Juegos en una cuestión de estado entre un disidente y un fiel seguidor del castrismo. “No sirve de nada centrarse en lo que hacen terceras personas “, insiste, “es como luchar contra demonios, por eso yo voy a luchar por mí mismo, por darlo todo y ganar y ya está”.

Su camino empieza hoy por la noche en la primera ronda, que le enfrenta al griego Vagkan Nanitzanian. Su cuadro no es fácil, porque no es cabeza de serie y eso implica que mientras la mayoría de sus rivales entrar directamente en dieciseisavos de final, a él es uno de los pocos que les toca una pelea extra —solo hay seis en la primera ronda—. Si gana al griego, que en 2019 fue quinto en el Campeonato de Europa sub 22, le espera el francés Soheb Bouafia. Por la otra parte del cuadro van algunos de los favoritos como el propio Julio la Cruz, el brasileño Abner Teixeira, bronce en Tokio, el búlgaro Pantaleev o el bielorruso Smiahlikau.

Reyes reconoce que su paso por los Juegos Olímpicos supuso un antes y un después. “Todo cambia, te conocen más y soy un rival a tener en cuenta”, dice. Por eso sería importante un buen resultado en el Mundial, porque los jueces muchas veces se dejan influir por el palmarés del boxeador. “Siempre es bueno empezar con una victoria el ciclo. Vamos con esa mentalidad”, añade y se felicita por cómo se ha vuelto hablar de boxeo en España gracias a él y a sus compañeros: “Tenemos que seguir avanzando”.