El Club del Mar lleva dos victorias en dos partidos en la liga de Tercera Nacional masculina de tenis de mesa. Lo que de por sí es una noticia que puede o no llamar la atención, cobra otro significado cuando se leen los nombres de los integrantes del equipo: Lei Chen, Miao Chen y Alberto Seoane, un chico, una chica y un jugador con discapacidad. Un ejemplo de integración y diversidad, pero también de normalidad frente a los estereotipos. “En el tenis de mesa todo el mundo puede jugar contra todo el mundo. Desde un niño de 8 hasta otro de 80”, defiende Javi Obelleiro, entrenador y responsable de la sección en el club.

Ni Alberto Seoane es el único deportista con discapacidad que compite en la liga nacional —pueden hacerlo en todas las categorías— ni Miao Chen la única mujer —en su caso la Tercera categoría es el tope, no pueden participar más arriba si no es en la competición específicamente femenina—. Pero sí que el equipo de San Amaro es el único que incluye en una misma formación a uno de cada categoría, masculina, femenina y adaptada. Miao y Alberto incluso forman pareja en el doble, ya con varias victorias en su haber.

“Estamos muy orgullosos, de este equipo y de toda la cantera, que está haciendo un trabajo”, dice Javi Obelleiro, que agradece que alguien de la calidad del deportista paralímpico, doble diploma en Río 2016 y campeón del mundo un año antes, haya regresado hace unos años al club para aportar su experiencia: “Alberto está echando una mano para su formación, porque pueden aprender de él y les está transmitiendo toda esa experiencia que ha ido adquiriendo a lo largo de los años”.

“Desde el club intentamos fomentar el deporte femenino y también de personas con discapacidad”, comenta Obelleiro. “De hecho estamos haciendo captación de jugadores, tanto niños como mayores, y tenemos las puertas abiertas a todos los que quieran venir”, anuncia. El equipo femenino viene pisando fuerte, con Miao Chen, pero también con Jiaqi Chen y Teresa Carrasco, que el año pasado arrasaron en el Campeonato de España de sus categorías. Y también es un referente en el tenis de mesa adaptado. Primero con Indalecio Iglesias, que se clasificó para los Juegos Paralímpicos de Barcelona 1992. Y ahora con Alberto Seoane, que después de ir a Río y perderse la cita de Tokio, ha comenzado la carrera hacia París con la medalla de plata en el Open de Costa Brava, en Plata d’Aro (Girona).