El banquillo del Deportivo Liceo estará desierto cuando mañana el equipo verdiblanco juegue en la pista del Manlleu la segunda jornada de la OK Liga femenina. El que era su inquilino, Carlos Loureiro, tomó la decisión de dimitir de su cargo, comunicada el miércoles a la directiva y hecha pública ayer. Las diferencias entre las dos partes fueron irreconciliables. El club informa de que el entrenador no aceptó las condiciones de trabajo que se le ofrecieron para esta temporada. Entre ellas están los desplazamientos a Cataluña, 1.000 kilómetros de viaje cada quince días por carretera y en furgoneta, lo que contrasta con los que hace en avión el equipo masculino. Loureiro, de momento, rechaza hacer declaraciones. Pero ya no estará en la expedición que se desplazará a Manlleu. Al frente irán Noe Uzal, segunda entrenadora, y Marc Godayol, preparador físico. Un parche momentáneo para el que el club ya busca una solución definitiva.

Todo parecían buenas noticias en la casa verdiblanca esta temporada. El primer equipo ganó la Supercopa. El filial es el líder la OK Plata tras cuatro jornadas. Y la semana pasada arrancó el conjunto femenino con una incontestable victoria frente al Bigues por 5-1 que lo situó como líder provisional de la OK Liga. El coste de mantener a tres equipos en categoría nacional en un deporte como el hockey sobre patines, con muchos viajes a Cataluña, es sin embargo demasiado elevado. El filial ya ha hecho ruta en furgoneta y en un mismo fin de semana jugado contra dos rivales, Lloret y Arenys de Munt, para reducir un desplazamiento. Y está planificado que, siempre que los rivales lo acepten, hacerlo así toda la temporada. Según fuentes del club, se ahorra dos mil euros por viaje. Por eso decidieron que el equipo femenino también utilizara este medio de transporte, lo que ha sido considerado como trato desigual con el masculino, ambos en la misma categoría (OK Liga).

Aunque desde el club se ha hecho un esfuerzo por, en la medida de lo posible, equiparar a ambas formaciones, como fue el hecho de solicitar el Palacio de los Deportes de Riazor para los entrenamientos y partidos de las chicas, la igualdad real todavía no existe. La tradición, historia y objetivos son diferentes. También los ingresos generados. Mientras todos los jugadores del masculino son profesionales, las del femenino apenas reciben sueldos, aunque de una manera u otra, a través de los estudios o pagando los desplazamientos desde Santiago, se intenta compensar a las jugadoras. “Carlos Loureiro no seguirá enrolado en el Deportivo Liceo. Así lo ha decidido el ya antiguo entrenador tras sendas conversaciones con el club, en las que decidió no aceptar las condiciones de trabajo ofrecidas. Así se lo ha comunicado al club en las últimas horas. El Deportivo Liceo lamenta la renuncia de Carlos a la vez que le desea la mayor de las suertes en sus futuros proyectos personales”, anunció el Liceo.

Carlos Loureiro se estrenó en la categoría femenina después de pasar por varios proyectos masculinos como el del Escola Lubiáns de Carballo y el Dominicos, en la OK Plata, proyecto con el que tampoco llegó a finalizar la temporada. Al Liceo se incorporó en un momento en el que el club afrontaba una reconstrucción después de descender de la OK Liga y con el propósito de sentar los cimientos para un nuevo ascenso. Se consiguió el año pasado, muy complicado por todas los inconvenientes derivados del coronavirus y en el que las coruñesas, después de dominar la liga gallega, arrasaron en la OK Plata femenina. Esta temporada también había empezado por todo lo alto hasta que todo se ha truncado.