La selección española de hockey sobre patines remontó contra Italia, apoyada en las paradas del liceísta Carles Grau y liderada en ataque por el coruñés Ignacio Alabart, un partido que se le había complicado en la primera parte y cuando parecía que por fin había encontrado el camino hacia la victoria, un tanto final de los transalpinos igualó la contienda y obliga a los españoles a ganar todos los partidos que le quedan en el Campeonato de Europa para llegar a la final que se disputará el sábado sin entrar en más cálculos y malabares.

Alabart llevó la batuta, sobre todo junto a su compañero Pau Bargalló, ya que el seleccionador buscó una y otra vez la conexión entre ambos. Desde el banquillo debutó en Paredes César Carballeira, que se había quedado fuera de la convocatoria el día anterior frente a Andorra —ayer le tocó quedarse en la grada a Marc Grau mientras que su hermano Carles fue el suplente de Xavi Malián—. Con los dos coruñeses en pista —coincidió un cinco con cuatro que pasaron por el Liceo y uno de A Coruña— llegó el tanto con el que España se adelantó, fruto del talento de Ferrán Font. Si la selección no ampliaba su ventaja era por obra y gracia de Ricardo Gnata, inspiradísimo. Como lo estaba Giulio Cocco, tres de tres en directas en la primera parte —por azules a Carballeira y Font y por la décima falta—. El combinado de Cabestany desperdició en cambio una directa (Font) y un penalti que Carballeira mandó al hierro. Además de un gol anulado a Toni Pérez.

El 3-1 en contra al descanso obligaba a una gran remontada. Daba la sensación de que Italia, con muy poco, había hecho mucho daño. Cocco parecía tenerle tomada la matrícula a Malián, excompañeros ambos en el Porto. España salió más agresiva, pero se encontraba una y otra vez con Gnata hasta que se encontró con un disparo lejano de Alabart que se le coló al hasta entonces impecable portero italiano. El protagonismo estaba bajo redes, con la azul que vio Malián a continuación. Salió Carles Grau y el liceísta cambió la dinámica de Cocco al detenerle la directa. Por partida doble porque también llegó la azul a Bargalló y el verdiblanco aguantó otra vez la embestida del italiano. La selección se desgastó defendiendo cuatro minutos con uno menos. Y del salvavidas de Grau al empate de Alabart. Los españoles habían insistido de todas las maneras y encontraron el premio con una directa del coruñés. Y de ahí, al tanto de Pau Bargalló que daba la vuelta a un partido muy complicado. Con lo que no se contaba era con el latigazo de Ambrosio, cayéndose y mandando la bola a la escuadra para el empate final.