José María García se ha retirado de los micrófonos, una jubilación blanda como la definió, pero sigue sin dejar a nadie indiferente. El periodista, que participó ayer en A Coruña en el Sport Experience Factory, repasó algunos de los temas de actualidad deportiva, incluida la situación del Deportivo, y recordó algunos de sus pasos por la ciudad ligados al fútbol sala. “El Chaston me amargó bastante la vida”, admitió el que es el fundador del Inter Movistar. “Al final acabábamos imponiéndonos, pero fue un grandísimo rival, un grandísimo equipo. No me puedo olvidar de aquellas batallas que teníamos, los viajes, qué tiempos aquellos. Ni de Vituco, un gran jugador de fútbol sala”, señaló.

Sobre el Deportivo lanzó un mensaje optimista: “Espero, confío y deseo que podamos tener a un Dépor en la máxima categoría”. Aunque también indicó que el pasado brillante va a ser difícil de repetir. “A Coruña tiene 240.0000 habitantes, la cuarta parte de Vallecas. Y ha sido el mejor equipo de España. Ha tenido un presidente —en referencia a Augusto César Lendoiro— que hay que saber reconocerle las cosas. No todo. Pero le respeto”. “Esa estirpe ya no existe”, añadió en referencia al exdirigente blanquiazul, “porque el deporte en España es muy difícil, el Ayuntamiento de A Coruña le dedica menos del 5% de su presupuesto al deporte, eso rompe todos los esquemas”.

El fútbol, que reconoció que le parece que se está volviendo “aburrido”, lo acapara todo. “Luis Enrique está cansado de la prensa. Pero cuántos entrenadores de otros deportes pagarían por tener un seguimiento masivo como ese”, reflexionó. Y también se refirió a la polémica por la profesionalización del femenino, al que en su día calificó como “una mentira”. “Lo dije para proteger a las futbolistas y los acontecimientos me han dado la razón, como que un equipo de Primera viaje sin médico. Que estén luchando por la profesionalidad es algo que no se corresponde con la realidad. Hablan de los 70.000 espectadores en el Atlético-Barça, pero se callan que al día siguiente vuelven a ir solo los novios y las familias”, comentó.

García insistió en que el periodismo está muerto, pero no tiene la fórmula para arreglarlo. “Enterrarlo definitivamente porque cuando ves algunos programas piensas ‘¿yo me dedico a lo mismo que estos?’ Hay que cambiar”, criticó. En su caso, él soñaba con convertirse en un “contador de historias”. “Es lo que sido toda mi vida. Sin aspirar a nada más. Y me he sentido completamente repleto y feliz”, concluyó.