Martín Payero (San Juan, 1977) y Jacobo Copa (A Coruña, 2006) fueron los goleadores del Dominicos el sábado en su visita al Espanyol. El más veterano, de 44 años, y el más joven, de 15, no solo de la plantilla del equipo de la Ciudad Vieja, sino de toda la OK Plata —incluido tanto el grupo norte como el sur—. Casi tres décadas, 29 años, les separan. Pero les une mucho más. Lo fundamental y obvio, su pasión por el hockey sobre patines. Pero en su caso, y casi de forma literal, están vinculados desde la cuna. Por edad Payero podría ser su padre. No lo es, pero estaba muy cerca del que sí lo es: Juan Copa ya era su entrenador en el Liceo cuando Jacobo llegó al mundo.

Jacobo Copa y Martín Payero. Casteleiro/Roller Agencia

Era enero de 2006. Payero regresaba al Liceo, su segunda etapa en A Coruña, para sustituir al también argentino Sergio Burgoa, el fichaje internacional de esa temporada que no funcionó. Tampoco le iba bien al equipo, que coqueteaba con los puestos de descenso. En febrero, eso le costó el puesto a Paco González. El club eligió entonces a un técnico de la casa como Juan Copa para enderezar el rumbo. Era la gran oportunidad del entrenador coruñés, que le llegaba además en un momento dulce también en lo personal. En su debut, el día 11 de ese mes contra el Vilanova, tuvo que estar muy pendiente de lo que pasaba en la pista, pero al mismo tiempo, también de la grada donde su mujer, Begoña, salía de cuentas. Cuatro días después, el 15, nacía Jacobo.

Juan Copa y Carlos Figueroa, en 2006, con Martín Payero detrás. Juan Varela

¿Quién le iba a decir al argentino que iba a compartir equipo dieciséis años después con ese bebé? ¿Quién le iba a decir a ese niño que correteaba por la pista en los descansos de los partidos del Cerceda, que pasados unos años jugaría mano a mano con el que era uno de sus ídolos del equipo al que entrenaba su padre? Pocos lo podían haber adivinado. Esto solo es posible por la inusual longevidad deportiva de Martín Payero y por la precocidad desaforada de Jacobo Copa. Ellos son excepcionales. No es muy normal mantenerse camino de los 45 años en un estado físico que permita seguir siendo dominante en una categoría nacional. Ni tampoco que un imberbe de 15, a punto de cumplir 16, tenga la madurez mental y de juego para asentarse de forma natural en ella.

Jacobo Copa, con la camiseta del Cerceda, viendo un partido de Payero en 2013. Luis Velasco

“La verdad es que nunca me lo hubiera imaginado”, reconoce el argentino nacionalizado angoleño. Su retirada ya estaba planificada, pero la pandemia echó por la borda sus planes. La intención era cerrar el círculo y jugar su último partido sobre el parqué del Aldo Cantoni, en su San Juan natal, donde se iban a celebrar los World Roller Games de 2021, que fueron aplazados y finalmente serán, si el coronavirus lo permite, del 24 de octubre al 13 de noviembre de este año. “Si no se disputan... no sé lo que haré. Ahora ya tengo que ir año a año”, matiza. Su pacto con el diablo le ha hecho llegar a los 44 con sus facultades intactas, pero también con el depósito lleno de motivación: “No es ningún secreto. Me gusta lo que hago y no me cuesta, todo lo contrario”.

Cada año comparte vestuario con jugadores más jóvenes. “Se nota, pero no tenemos problemas”, dice Payero, que ejerce de padre deportivo de ellos, en especial con Copa: “Jacobo viene a hablar conmigo y con Grasas —que también estuvo a las órdenes de su padre en el Cerceda—. Es muy curioso y todo el rato quiere estar aprendiendo algo nuevo. Me hace muchas preguntas y eso es una virtud, significa que quiere progresar. Con lo que ya es —fue campeón de Europa sub 17 con la selección española el pasado verano— y no se conforma. Para mí es único. Muy pocos a su edad lo tienen todo tan claro”.

Juan Copa, Jacobo Copa y Bruno Saavedra en un acto en el Concello. Carlos Pardellas

Y Jacobo Copa, encantado. “Yo siempre veía a Payero por la televisión o en los partidos en Cerceda y es muy bonito estar ahora con él en el equipo. Además me ayuda mucho, tanto a mi como a Bruno (Saavedra, de 16 años) nos da muchos consejos. Aún lo hablamos hace poco con Grasas y con él, que quién nos lo hubiera dicho. Pero mola mucho”, asegura. El coruñés, que cree que el objetivo de este curso es “la permanencia y después aspirar a algo más”, es un producto made in Dominicos. Y su padre es el entrenador del Liceo. Rivalidad histórica. Pero alianza familiar.

El Liceo, campeón de la Copa del Rey disputada en A Coruña en 2020. Vïctor Echave

Nuevas fechas para la Copa del Rey y de la Reina, que se disputarán del 5 al 8 del mes de mayo

La Federación Española de Patinaje hizo ayer oficial el cambio en las fechas de la Copa del Rey y de la Reina, que pasará a disputarse del 5 al 8 de mayo, antes de que arranque el play off por el título en el caso de la competición masculina. De momento, no confirma A Coruña como sede, aunque el acuerdo firmado el curso pasado era de dos años, por lo que de nuevo el Palacio de los Deportes de Riazor volvería a ser el escenario del mejor hockey sobre patines y el Liceo tendría doble participación con sus equipos masculino y femenino, ambos en la máxima categoría nacional.

La Copa del Rey y de la Reina tenía que disputarse el próximo mes de febrero, pero debido a la actual situación sanitaria y a las restricciones, la mejor solución era cambiarla de fechas. No parece que en solo un mes vaya a mejorar tanto el escenario como para permitir por un lado que los equipos no corran peligro de contagio y, por otro, que pueda asistir el mayor número posible de público. Cada fin de semana se multiplican las cancelaciones —ninguno de los dos equipos del Liceo, de hecho, pudo jugar el pasado fin de semana—. Y las normas de la Xunta de Galicia, por ejemplo, solo permiten el 50% de aforo en los recintos deportivos cerrados.

En junio del año pasado A Coruña fue la sede de la Copa del Rey y de la Reina que proclamó al Liceo en el caso masculino y al Manlleu, en el femenino, como campeones tras vencer en la final al Barça y al Palau respectivamente. En esa ocasión, Federación y Liceo firmaron un acuerdo para la organización de la competición durante dos años, por lo que a falta de confirmación, repetirá como escenario.

Por último la Copa de la Princesa (para los equipos de OK Plata) se ha fijado para los días 9 y 10 de abril.