Girona, Lleida y Calafell son los tres compromisos que tendrá que afrontar el Liceo, si el coronavirus lo permite, en el plazo de una semana para iniciar la segunda vuelta de la OK Liga masculina. De aquí a final de curso el camino ya es cuesta abajo, una pendiente de vértigo que lleva hacia la lucha por los títulos que faltan —abrió la temporada con el de la Supercopa de España—: la liga, la Copa y ojalá Europa, cuya nueva competición todavía sigue en el horno de la EHCA. Los verdiblancos afrontan este tramo final confiados de que, de menos a más, llegarán en su mejor momento. Rodados —después de recibir ayer un cargamento de rodamientos de manos de su patrocinador ISB Sport— hacia la meta.

La primera vuelta del Liceo ha sido de notable. Diez victorias de trece posibles. Dos empates, contra Lleida y Noia, y una derrota en el Palau Blaugrana (8-7) de la que los pupilos de Juan Copa salieron reforzados como grupo. Comparada con otras primeras vueltas de récord de otros años, como el anterior, no parecen tan espectaculares los números, más en un equipo que se marca como objetivo ganar cada vez que sale a la pista. Pero esta temporada más que nunca el foco no estaba puesto en el inicio. Lo importante es cómo se acaba.

Pero el tiempo de pruebas y de crecimiento se acaba. Sin caer en el tópico, ahora cada partido es ya casi una final. Es prácticamente imposible acercarse a la primera posición del Barcelona, en un estado de forma descomunal y que domina con mano de hierro la clasificación con catorce victorias en catorce partidos y una renta de diez puntos sobre el Liceo —con un partido menos—. Sin play off, la liga estaría ya finiquita y no quedaría emoción. Acabar primero en la liga solo, entre comillas, otorga ventaja de cancha en todo el play off. Por eso sí que sería importante que el conjunto coruñés certificase cuanto antes la segunda posición ante el acoso del Lleida, a cinco puntos, del Reus y el Calafell, a seis y a nueve respectivamente —y un encuentro más— y un poco más lejos, el Noia, a diez, pero un partido menos.

Se enfrentará a dos de esos rivales la próxima semana, dos partidos en casa de máxima importancia ya que recibe en el Palacio de los Deportes de Riazor el miércoles al Lleida (21.00 horas) —partido que tenía que haberse disputado el fin de semana pasado pero que tuvo que ser aplazado por un brote de COVID en el equipo rival— y el sábado al Calafell (20.00 horas). Dos fechas para apuntar en la agenda, aunque antes tendrá que viajar mañana (20.30) a Girona. Otros momentos importantes de la segunda vuelta será la visita a Reus, prevista para el 19 de febrero; y sobre todo el encuentro contra el Barcelona en el Palacio de los Deportes de Riazor, marcado para el 5 de marzo.

En principio el mes de abril es el que se presenta con el calendario más vacío, con solo dos partidos, uno de ellos de máxima relevancia el día 6 frente al Noia, también en casa —menos el Reus, los rivales directos visitan A Coruña— para terminar la fase regular el día 30 contra el Manlleu. Hay por el medio muchas semanas sin competición que pueden ser aprovechadas para celebrar la Superliga que preparan los principales clubes europeos de hockey sobre patines. Porque después en mayo ya empieza la traca final que se enciende con la Copa del Rey (del 5 al 8 de mayo en A Coruña) y acto seguido, el arranque del play off.

Cuatro jugadores del filial refuerzan los entrenamientos de la primera plantilla

Maxi Oruste, todavía en fase de recuperación de su pubalgia, ya se pone los patines, lo mismo que Jordi Adroher y Jordi Burgaya, que a lo largo de las últimas semanas han arrastrado diversas molestias. Con estas ausencias, los entrenamientos podrían resentirse, pero Juan Copa cuenta con la ventaja de poder tirar del filial. Varios de sus jugadores ya refuerzan habitualmente tanto las sesiones como las convocatorias cuando hay bajas. Ayer, hasta cuatro jugadores de la plantilla que ahora dirige Sergio Huelves estaban presentes en el entrenamiento: los argentinos Mati Bridge, Nanu Castro y Fran Torres y Aldo Pérez. El conjunto filial, que milita en la OK Plata, atraviesa una mala racha de resultados con solo dos empates de los últimos seis partidos. La semana pasada, de hecho, perdieron en casa frente al Sant Feliu. Este fin de semana visita al Tordera (mañana, 20.00 horas), en el último partido de la primera vuelta. Los verdiblancos tienen 14 puntos en una categoría de máxima igualdad: solo siete puntos separan al primero, el Vendrell (17) del penúltimo, el Sant Feliu (10), aunque algunos con partidos por recuperar. Solo el Rochapea (4) parece descolgado. El Dominicos tiene 15 y el CDM, 12.