Hace una semana, Manuel Rial (A Coruña, 1948) llegó a la línea de meta de Coruña21 en el puesto 1.200, es decir, después de él solo entraron 23 corredores más —terminaron 1.223—. Con dos horas y veinte minutos, quedó muy lejos de los puestos de honor. Y, sin embargo, fue uno de los más aplaudidos por el público que esperaba bajo la lluvia en el Obelisco. Su mérito reside en el carnet de identidad. Con 73 años, a punto de cumplir 74, fue la persona de más edad en completar los 21 kilómetros del recorrido. Y eso que había sufrido un tirón que le dio la lata en los últimos compases. “Me costó mucho terminar, pero era la primera vez que me aplaudían tanto. ¡A quién no le gusta eso! Así que incluso esprinté en los últimos metros”, recuerda.

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CORUÑA 21 | Búscate en la galería del Medio Maratón de A Coruña Carlos Pardellas

Rili, como le conocen la mayoría de sus amigos, sobre todo sus excompañeros del almacén de Inditex, donde se jubiló, se recuerda corriendo toda la vida. No puede ni poner fecha a cuando empezó. “Era muy joven, hace ya unos cuantos años”, bromea. Eran otros tiempos, dice también, no existía la misma cultura deportiva que ahora y los que salían a correr por la ciudad eran casi considerados unos locos. “Me miraban como a un bicho raro”, explica. Él solía salir por Santa Cristina, el dique de Abrigo, Santa Margarita o por las mismas calles de la ciudad y era prácticamente el único que se ponía las zapatillas y la ropa de correr una vez terminado su trabajo. “Había un coronel del Ejército que iba todos los días desde Bastiagueiro a A Coruña y vuelta. Y poco más”. Pero nunca dejó de correr. Ahora, con casi 74 años, se mantiene en plena forma con entrenamientos tres días a la semana. “Suelo hacer 20, 18, 14 kilómetros... Como mínimo 10 y como máximo 20. Eso los días que corro. Pero a caminar voy todos”, enumera.

Eso sí, la fiebre por las carreras le llegó ya tarde, pasados los 50 años, casi los 60. “Me apunté a Coruña10. Y después a otras carreras en Betanzos y en Santiago”. El de Coruña21 tampoco era su primer medio maratón, ya llevaba tres encima. “Se me hizo un poco dura. Me gustaba más el circuito a doble vuelta. Fuimos hasta Elviña, Oza, en el puerto hacíamos dos kilómetros... muy duro. Entre eso y el tirón... yo tengo un tiempo de menos de dos horas, de 1:58, e hice 2:22, eso es mucho para mí”, admite. Lo que también le lleva a decir que no cree que vaya a animarse nunca a subir del medio al maratón entero (42 kilómetros).

Eso sí, el subidón de Coruña21 le ha animado y se ha apuntado a todas las carreras del circuito de Coruña Corre que quedan. “A ver cómo me coinciden con los viajes del Imserso, porque me apunté a todos y voy a estar cinco meses por ahí de fiesta”. Aunque siempre hay tiempo para entrenar. “Las zapatillas van en la maleta y e intentaré correr en días alternos. Ya lo hice en su día incluso por el Malecón y eso pocos podrán decirlo”, comenta.

La vida de jubilado le permite dedicarse al cien por cien a sus pasiones. Fue el primero que lo hizo en el almacén de Inditex, donde es muy recordado como Rili o el Abuelo. “Todos conocían esa faceta de corredor y me animaban y me decían que era un fenómeno”. Igual que en la familia. Tiene dos hijos y dos nietos, que le llaman para saber cómo le ha ido en las competiciones. El hijo mayor incluso sigue sus pasos sobre el asfalto. ¿Y los médicos qué dicen? Ahí toma la palabra su mujer Mari, María Jesús Rodríguez, que durante 45 años fue enfermera en la Maternidad del Belén. “Nunca fue al médico”, bromea, “y se cuida un montón porque no fuma, aunque sí se toma sus cervecitas”. “Lo único que le recetan es un caramelito”, añade, “y siempre le dicen: ‘Manolo, de mayor quiero ser como tú’”. Mari, cuando se jubiló, salió en el periódico. Ahora él le hace competencia. “Imposible, ella es mucho más famosa”, bromea Rial.