De ganar al Barça a perder en Alcoy (4-3). De luchar por el liderato, que se ha vuelto a poner a ocho puntos, a tener que mirar el retrovisor, con el Noia ya solo a cuatro de su segunda plaza. La vida en el deporte cambia en solo una semana. No hay momento para la relajación. No es que el Liceo la tuviera ayer en su visita a Alicante, pero perdonó en la primera parte, vio como los locales remontaban sus dos goles iniciales y le faltó frescura de ideas y de piernas en la segunda para ir a por un empate que tuvo Álex Rodríguez en su stick con una directa a 29 segundos para la bocina. Falló y a los de Juan Copa, ayer sin Jordi Adroher ni Carles Grau —Martín Rodríguez fue titular—, les quedan cinco jornadas de la fase regular para asegurar la segunda posición que le debate un Noia que en un mes visitará A Coruña.

El partido del Liceo ya se ha visto otras veces esta temporada. Domina y no remata. Marcó David Torres. Aumentó la ventaja Roberto di Benedetto. Podía haber acabado en goleada. Pero el guión tenía reservado otro final. El Alcoy también tenía su parte reservada. Ya habían empatado en su feudo el Reus y el Barça. No fue una casualidad. Al descanso ya se había puesto por delante (Formatjé, Cañellas y Pérez) y Morales sentenció a la vuelta. El Liceo se topó con un gran Marc Grau. Vila, que no Tallada. Y sus intentos murieron en él. Solo Maxi Oruste en una gran acción individual le pudo batir. Era su día. No el del Liceo.