El Leyma se mete en problemas. La visita al Palacio de los Deportes de Riazor de Marc Gasol se saldó con una sonrojante derrota contra el Girona (72-96) y posiblemente los naranjas terminen la jornada fuera de la zona del play off de ascenso. Y la próxima semana les toca jugar en la cancha maldita de Pumarín contra el Oviedo. Se va acabando el tiempo para que llegue una reacción, aunque sea solo en forma de carácter.

La ex estrella de la NBA y de la selección española de baloncesto se llevó una ovación en su presentación. El pabellón coruñés mostró su mejor cara de la temporada, con 3.000 espectadores, pero todavía lejos del lleno. Sin tener que forzar la máquina, solo cuando tuvo como pareja de baile a Nick Ward, firmó 16 puntos y 10 rebotes para 24 de valoración. El público coruñés no se atrevió ni a pitarle en los tiros libres para ponerle nervioso. Máximo respeto por una leyenda. Los aplausos también le acompañaron a la salida mientras un tropel de niños se le acercaba para llevarse un recuerdo de él.

Gasol y su Girona sacaron los colores al conjunto de Sergio García, que solo funcionó a arreones. La falta de acierto es ya una losa. En el primer cuarto, solo diez puntos. Pero no sería tan preocupante si a esos pobres números no le acompañaran la pasividad en defensa. Si marcas pocos puntos y recibes muchos, las matemáticas son claras. Lofberg lo intentó. Ofensivamente era el único que parecía que lo tenía claro, con agresividad. Ward fue superior en la pintura y le ganó un par de duelos a Gasol. Y Javi Vega le puso emoción triples y robos. El resto del equipo estuvo desdibujado. Dura derrota. Y una semana por delante para cambiar la dinámica.