El CRAT hizo su trabajo y ya no tuvo que esperar más. Victoria sobre el Eibar en el campo de Unbe y no hubo que mirar hacia Sevilla para ver lo que estaba haciendo allí el Sant Cugat —que finalmente ganó, lo que le dio más valor a su triunfo—. Las coruñesas certificaron la permanencia en División de Honor por méritos propios al ganar en una de las plazas más complicadas de la categoría. Ya hacía semanas que el equipo había dado síntomas de una enorme mejoría. Y lo confirmó en la última jornada de la competición a la que llegaba jugándose la vida. Las de Arquitectura cogieron ventaja en la primera parte (7-24) y supieron sufrir, dando un recital defensivo, en la segunda, cuando el Eibar apretó y se puso a solo tres puntos (21-24). Dos cabalgadas finales le dieron el aliento definitivo en los últimos minutos (21-36). Ya era un hecho. Las jugadoras lo celebraban sobre el césped. Un año más de resistencia entre las grandes de uno de los clubes que también ha hecho crecer al rugby español durante los últimos 21 años.

Había una historia y todo el rugby gallego detrás, empujando desde fuera del campo de Unbe. Y el CRAT salió convencido de sus posibilidades. Tuvo que reponerse, sin embargo, al golpe inicial de las locales, que anotaron primero (7-0). Entre el final de la primera parte y el inicio de la segunda cimentaron su remontada. Anotó Erika Scott y transformó Alejandra Fernández. Metió entre los tres palos también Ana Iglesias un golpe de castigo. Ensayó Judith Hernández con transformación de Iglesias sobre la bocina del descanso y tras él llegó el tercero, de Claudia Barrio (con el extra de Iglesias). Entonces reaccionó el Eibar con dos ensayos, muy luchados, seguidos. La respuesta de Erika Scott (transformado por Iglesias) y Tania Martínez fue definitiva. Final feliz a una temporada con mucho sufrimiento pero que ha enseñado a las coruñesas el camino a seguir.