Balón a la esquina, lanzamiento de triple y fallo. El último cuarto del Leyma parecía una secuencia en bucle continuo de un desastre anunciado con un 8 de 30 en tiros de tres puntos. Después de un partido digno en actitud, la asignatura pendiente de las últimas semanas, los naranjas no encontraron el camino al aro durante unos largos cuatro minutos en los que el Oviedo se quedó sin anotar. Le salió muy barato al conjunto asturiano esa mancha, porque los de Sergio García no lo supieron aprovechar, demasiado precipitados, sin paciencia, intentando remontar lo antes posible sin pararse a ejecutar jugadas. Sin sacarle partido tampoco al buen rendimiento de ayer de un Nick Ward centrado pese a que le tocó lidiar con Oliver Arteaga. Y hora el Leyma ya mira directamente al abismo desde la novena plaza, la última que daría acceso al play off de ascenso. Otro paso en falso y caerá en él. Y el jueves llega a Riazor el Lleida —que viene de ganar al líder Granada—.

Tuvo que poner casi un equipo de circunstancias. Y con tantas bajas, sobre todo en la posición de dirección de juego, iba a ser una carrera de fondo y no convenía cebarse en la primera etapa. El Oviedo cogió las primeras ventajas, una de 7-2 tras un triple, pero el Leyma iba poco a poco, como una hormiguita sumando puntos y efectivos. Todos tenían que estar implicados. Y en el primer cuarto anotaron los cinco que salieron a pista de inicio. Un triple de Ndow primero (7-9) y otro después de Vega (13-14) incluso pusieron al Leyma por delante —no volvería a pasar hasta el tercer cuarto—, aunque fueron los asturianos, casi por la mínima, los que mandaron cuando se dio por finalizado el primer cuarto (16-14).

El ritmo de anotación era lento. Pero eso ya eran buenas noticias para los naranjas. Seguían con sus problemas para encestar. Pero apretaron en defensa para cortar la sangría. La actitud fue otra. Incluso cuando los locales alcanzaron su máxima renta en el segundo cuarto (25-18), Sergio García supo cortar con un tiempo muerto y volver a centrar a los suyos. Un 0-4 de salida les volvió a meter de lleno y un triple de Soluade igualó la contienda (27-27). El partido estaba igualado y el conjunto coruñés mostraba actitud para responder a cada golpe con la otra mejilla. Al descanso seguían los dos puntos como única rémora (34-32).

Lofberg se echó el equipo a la espalda ofensivamente en el tercer cuarto. Entre sus punto, un triple de Soluade y otro suyo, el Leyma seguía en el partido y una canasta de Nick Ward volvió a poner a los naranjas por delante, una ventaja que llegó a ser de tres puntos (41-44). Pero el conjunto de Sergio García jugó mal con el marcador a favor o cuando tenía la oportunidad de igualar. Demasiadas precipitaciones cuando no era necesario arriesgar. Y el Oviedo lo aprovechó. Un parcial de 9-0 fue el principio del fin (50-44) por más que Sanz lo intentara desde la línea de tres puntos. La brecha, todavía salvable, había crecido (57-51) para afrontar los últimos diez minutos.

Y entonces llegó el apagón. General. Porque el Oviedo estuvo cuatro minutos sin anotar. Parece increíble que el Leyma no pudiese sacar provecho de ello. Pero en todo el último cuarto anotó 9 puntos. Y si se tiene en cuenta que 3 fueron un triple inicial de Vega y otros tres otro final, a la desesperada, de Ward, el saldo queda en otra canasta y un tiro libre del norteamericano. Incluso cuando anotó el triple parecía que era una declaración de intenciones a sus compañeros. No lo puedo hacer todo yo.