Terminó el partido y todo el banquillo del OAR, jugadores y cuerpo técnico, saltó a la pista a celebrar entre abrazos y alguna lágrima, de emoción y alegría, la clasificación para la fase de ascenso a División de Honor B. No es matemática. Pero sí virtual. Porque quedan tres jornadas, seis puntos en juego, y el conjunto coruñés aventaja en otros seis al Lanzarote tras su victoria frente a los canarios en San Francisco Javier. El rival solo tiene a su favor el golaveraje ya que se impuso en la primera vuelta por 33-22 en un partido en el que los coruñeses acababan de salir de un brote de COVID y ayer el marcador solo tuvo una diferencia de un gol (25-24).

Parece sin embargo una ventaja suficiente como para que el conjunto de Pablo Aguirregabiria pueda certificar, incluso la próxima semana mismo en su visita al Bueu, el billete para luchar para subir de categoría en el 60 aniversario del club. Si no lo consigue, aún le quedarían otras dos oportunidades, aunque en una liga en la que, de 27 encuentros, los coruñeses han ganado 21 y solo cedido tres empates y tres derrotas, no parece probable que vayan a dejar escapar el objetivo. Tampoco se les fue la victoria por más que llegaran al descanso por debajo en el marcador. Es más, son ya unos grandes especialistas en remontadas en la segunda parte. Desde la defensa, dejaron a cero al Lanzarote durante un parcial y con un 5-2 de inicio, aguantaron todo el segundo tiempo por delante para la celebración final.