Una vez garantizada de manera matemática la clasificación para el play off de ascenso gracias al triunfo del pasado fin de semana en Bueu (29-30), el OAR Coruña intensifica las gestiones para poder disputar en casa la fase final por subir a la segunda categoría del balonmano nacional, la División de Honor B. El club confía en contar con el respaldo tanto del Ayuntamiento de A Coruña como de la Diputación para que el pabellón de San Francisco Javier sea una de las tres sedes nacionales, sin descartar la posibilidad de que los partidos se puedan disputar en el Palacio de los Deportes de Riazor, donde antaño jugaba el OAR. La propuesta del club es firme, pero la competencia es muy grande. Además de A Coruña, también Oviedo, Eibar, Alicante y Madrid están entre los candidatos. Una larga lista de aspirantes en la que también figura Lalín, cuyo equipo acompañará al OAR rumbo a la fase de ascenso, aunque ambos no podrán coincidir en el mismo grupo.
Solo tres de los 96 equipos que compiten en Primera Estatal lograrán un billete para la División de Honor B. Los dos primeros de cada grupo —en el A Disiclín Lalín y OAR Coruña, que aún pueden intercambiar posiciones— se clasificarán para la lucha por subir. En total, doce clubes, que por sorteo quedarán divididos en tres grupos de cuatro. Habrá tres sedes, una para cada grupo, y A Coruña aspira a ser una de ellas. El sistema para determinar los tres ascensos será de liguilla. Tres partidos en tres días, el 27, 28 y 29 de mayo. El campeón de cada grupo subirá.
El éxito de la propuesta del OAR para traer el play off a A Coruña dependerá, en gran medida, de los apoyos institucionales con los que cuente el club, que quiere culminar con la guinda del ascenso una temporada que está siendo sobresaliente.
