No hacía falta inscribirse. Ni tener dorsal. No había límite de edad, ni por arriba ni por abajo. Solo eran necesarias muchas ganas de divertirse y, de la manera que uno quisiera, corriendo, andando o sobre ruedas de cualquier tipo, realizar el recorrido con salida y llegada en María Pita a través del paseo marítimo. Cada uno a su ritmo. Porque tampoco había un tiempo estipulado. Es la esencia de la Carrera Alternativa, que ayer volvió a las calles coruñesas después de dos años virtualizados por culpa de la pandemia.

Dos participantes en bicicleta y otra en un carrito motorizado. | // CARLOS PARDELLAS

El exjugador de baloncesto Fernando Romay, otro clásico de la prueba, fue el encargado de dar el pistoletazo de salida desde la céntrica plaza. A partir de ese momento, escenas habituales. Los patinadores Los que van en bicicleta. Padres corriendo y niños en patinete. Incluso los que lo hicieron en silla de ruedas. Nunca el lema de “lo importante es participar” tiene tanto sentido. El objetivo es concienciar a la población de la importancia de unos hábitos saludables que incluyan ejercicio. Además, este año la carrera también ponía el acento en un deporte sin violencia. Según los participantes fueron llegando de vuelta a María Pita, recibieron unas camisetas de recuerdo y bebidas pudieron participar en las actividades promovidas por Agaxede.