El Dominicos se proclamó campeón de España juvenil tras doblegar en la final al Reus por 4-2. Al equipo de la Ciudad Vieja le tocó sufrir y remontar el gol inicial de los rojinegros con el que se llegó al descanso y tras el cual los coruñeses salieron convencidos de que de sus cuellos tenían que colgar esas medallas de oro. Jacobo Copa le dio la vuelta al marcador con dos tantos y Bruno Saavedra puso la puntilla con otros dos en el último minuto. Con el público, que abarrotaba la grada, entregado cantando el “¡campeones, campeones!”, el Reus, que había arriesgado al quitar a su portero y por ello había recibido el cuarto, recortó. Sin tiempo para más. Los blanquinegros sacaron de centro y ya con los brazos levantados, esperaron a que el sonido de la bocina certificara el final y con ello, su ansiado triunfo.

Los jugadores levantan la copa de campeones. | // CARLOS PARDELLAS

Si hace un año fue el Liceo el que se proclamó campeón de la Copa de Rey en el Palacio de los Deportes de Riazor, este fue el Dominicos el que levantó un título en el pabellón de Monte Alto, logrando el más difícil todavía, porque si ya es complicado ganar, todavía lo es más hacerlo como anfitrión. Dominicos sabía que tenía una gran generación, otra buena camada de las muchas que a lo largo de la historia han nacido, crecido y llegado a peinar canas en la Catedral. Por eso pidió acoger el Nacional. Pero eso no tiene por qué ser garantía de éxito. Lo fue porque precisamente todas esas generaciones se dan la mano en el presente, en la pista y en la grada, para poner lo cimientos hacia un futuro que, por qué no, les puede llevar a revivir aquellos maravillosos finales de los 80 y principios de los 90.

El cuerpo técnico del Dominicos se abraza. | // CARLOS PARDELLAS

Siempre tiene un toque entre nostálgico y romántico cuando el Dominicos gana un título. Por ese patio de colegio que forma el carácter aguerrido y peleón que les identifica. Fue el primer equipo en ganar un título para el hockey gallego y después tuvo que vivir a la sombra del nuevo rico Liceo, pero su rivalidad convirtió a la ciudad en un referente internacional. El título pone la guinda a unos años con un trabajo impecable con la cantera. No solo son los juveniles, de los cuales hasta cuatro han debutado con el equipo de OK Plata y dos son habituales. También están sus hermanos mayores, muchos de ellos asentados en esa primera plantilla que se quedó a las puertas del ascenso a la OK Liga. Y están sus hermanos pequeños. Los alevines, con un histórico como Manolo Souto a la cabeza, acabaron ayer cuartos en el Campeonato de España de la categoría que se disputó en Mieres, donde cayeron contra los anfitriones en el partido por el bronce (4-2). Los infantiles también se clasificaron para su Campeonato de España y su turno llegará la próxima semana en Madrid. Más todos los que estaban ayer en la grada, viviendo el éxito y soñando con los suyos en el futuro. Dominicos de generación en generación.

Camiseta de homenaje a Vicente Torres. | // CARLOS PARDELLAS