Había que tomar decisiones rápidas porque el mercado, sobre todo el de entrenadores, ya está en ebullición y menos de una semana después de la eliminación del Leyma en los cuartos del final del play off por el ascenso a la ACB, el club anuncia el fin de ciclo en el banquillo de Sergio García. Un divorcio de mutuo acuerdo, porque una vez finalizado el contrato que unía a ambas partes, tanto la institución presidida por Roberto Cibeira como el técnico vasco tomaron la decisión de que había llegado la hora de separar sus caminos. Una separación después de tres años en los que el conjunto naranja obtuvo sus dos mejores clasificaciones históricas en la LEB Oro, dos terceras plazas, pero con un último curso en el que después de una liga muy irregular, el equipo nunca llegó a convencer y causó cierto desapego, lo que ha terminado por pasarle factura.

“Ha llegado el momento de poner fin a esta aventura que empezaba hace tres años y que acaba con una decisión conjunta y de mutuo acuerdo. Durante este tiempo hemos vivido cosas que siempre se quedarán en mi recuerdo. Lo principal y más importante, esos dos terceros puestos que colocaron a este club muy cerca de donde se merece. Tres temporadas inolvidables que me han hecho mejor profesional y que formarán parte del recuerdo de mi familia”, escribió Sergio García en un comunicado emitido por el club. “Sin embargo, también vivimos momentos duros durante la pandemia, pero todos juntos lo sacamos adelante. No quería irme sin agradecer a todo mi staff que ha estado a mi lado en los buenos y malos momentos y a Roberto (Cibeira, presidente) y a Juan Carlos (Fernández, vicepresidente) su confianza en mí, y a todo el personal de oficina por su cercanía y amistad”, añade. “Agradezco el respeto recibido por el público, estoy seguro de que seguirán empujando al equipo para seguir compitiendo al máximo nivel. Os deseo la mejor de las suertes y que sigáis consiguiendo vuestros objetivos en el futuro”, concluye.

Sergio García (San Sebastián, 1983) llegó al Leyma en la temporada 2019-20 y a pesar de su juventud ya llegó con un currículum en el que figuraba un ascenso a la ACB con el Palencia. Montó una plantilla que destacó por su complexión física y su defensa y que fue la revelación de la liga. De hecho, cuando el COVID irrumpió en nuestras vidas y la liga tuvo que ser interrumpida, marchaba en la tercera posición. Desde el club lucharon porque al menos se disputara el play off, consciente de que tenía muchas probabilidades, pero no se volvió a jugar y todo se quedó tal y como estaba. Los naranjas repitieron tercera posición al año siguiente y se metieron en las semifinales del play off por el ascenso acabando con el gafe de Pumarín, aunque después cayera en tres partidos contra Granada —ganando allí el primero, lo que hizo soñar con la final—. Dos primeros años notables que subieron las expectativas que en este último ejercicio no ha podido cumplir.

Tomada esta decisión, la primera pieza del nuevo proyecto tiene que ser la del entrenador ya que, a falta de director deportivo, era el propio Sergio García el encargado de hacer los fichajes y el futuro técnico será el que ahora tendrá que decidir el perfil de equipo que quiere construir. Ha habido mucho baile en la LEB Oro. Toni Ten dejó el Tau Castelló después de 16 años, tampoco seguirá en el Alicante Gonzalo García de Vitoria y desde Oviedo ya se apunta a que no continuará Natxo Lezkano. Otro perfil podría ser el del coruñés Óscar Lata, que ha anunciado que no seguirá como asistente del UCAM Murcia en la ACB. En los próximos días habrá noticias.