Justo cuando se cumple un año de que Carlos Arévalo alcanzase la cima con la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 junto a sus compañeros del K4 500 metros español —Saúl Craviotto, Marcus Cooper y Rodrigo Germade—, se enfrenta a una nueva oportunidad para seguir ampliando su leyenda. El palista coruñés compite en Halifax en el Campeonato del Mundo de piragüismo desde hoy y hasta el domingo. El objetivo de nuevo vuelve a ser el oro. Después serán las milésimas las que dicten sentencia y marquen la diferencia con Alemania, ya que ambas se vuelven a presentar como las dos gran favoritas al triunfo. Los germanos se llevaron el último mundial y los Juegos Olímpicos, pero los cuatro magníficos españoles se impusieron este año en la Copa del Mundo de Racice (República Checa). El de Betanzos, además, tendrá doble trabajo porque también participará en el K1 200, prueba en la que fue el campeón de España. En principio no se iba a poder compaginar, pero en su caso hicieron una excepción. No obstante en esta distancia también consiguió diploma olímpico hace un año en Tokio.
“Llegamos muy contentos y con muchas ganas de participar. Es un año posolímpico, que al final son duros porque el momento de forma no es muy bueno y hay que volver a cogerla. Nunca es igual porque siempre se baja un poquito el pistón después de una olimpiada”, reflexiona Arévalo recién llegado a Halifax sobre el estado de forma en el que llega el equipo español a la prueba.
“La pista está con bastante viento, está haciendo un poco de fresco y vamos a ver qué tal se porta el aire, pero parece que nos va a soplar bastante en contra”, añade sobre las condiciones que se encontrarán en la competición tras una primera toma de contacto con la zona.
“Tengo muy buenas sensaciones, espero que vaya muy bien y creo que vamos a poder estar ahí luchando por el oro”, asegura de cara al Mundial.
Alemania, que ha ganado las tres últimas citas mundiales, presenta un cambio en su formación. A Max Rendschmidt, Tom Liebscher y Max Lemke ya no les acompaña el legendario Ronald Rauhe, que ha sido sustituido por Jacob Schopf, jovencísmo pero ya con un importante palmarés, como la plata en K2 1.000 metros en Tokio. El único cambio en el equipo español es el orden. De nuevo Arévalo y Cooper vuelven a intercambiar sus posiciones. Craviotto en la primera y Germade en la última son las que siempre se han mantenido. En el Mundial de 2019 Arévalo iba segundo, pero para los Juegos el téncico Miguel García sorprendió con el cambio al poner al coruñés en el tercer puesto. Para esta temporada lo ha devuelto a la segunda para que con su potencia y velocidad ayude en el lanzamiento del barco en los primeros metros.
El calendario de Carlos Arévalo será exigente. Empezará hoy a las 16.42 horas, cuando junto a sus compañeros disputará la primera serie del K4 500 metros. Sus competidores serán Tayikistán, Japón, Dinamarca, Ucrania, Lituania, Hungría y Estados Unidos. El primer clasificado pasa directamente a la final —lo que le ahorarría al coruñés un día de competición— y del segundo al séptimo, a semifinales. Mañana a las 14.40 horas llegará el turno para su eliminatoria individual en el K1 200 en una serie con Nicholas Mtveev (Canadá), James Alford (Belice), Martin Sobisek (República Checa), Roberts Akmens (Letonia), Badri Kavelahvili (Georgia), Brandon Ooi (Singapur), Ahmed Elbedwihy (Egipto) y Esteven Oliveira (Perú) como rivales. El sistema es el mismo, el primero a la final y hasta el séptimo, a semifinales. En el caso de que tenga que disputarlas, ambas serán el viernes (15.21 horas la del K4 y 19.50 horas la del K1) con plaza para la lucha por las medallas para los tres primeros. La final del K4 está programada para el sábado a las 16.19 horas y la del K1, para el domingo a las 16.17 horas.
