Hace apenas dos meses, después de nadar en Budapest las eliminatorias de 1.500 metros libres en el Campeonato del Mundo de natación, la Federación Española decidió que la participación de Paula Otero se daba por finalizada a pesar de que todavía le quedaban los 800. La coruñesa había hecho 16.57.76, una marca impropia de su nivel, prácticamente cuarenta segundos por encima de su récord personal. De eso, y en solo unas semanas, la nadadora de 18 años ha pasado a ser cuarta en el Campeonato de Europa, con su mejor tiempo de siempre, 16.18.27, pese a ser la más joven de la final y como la mejor española en Roma: la única en clasificarse para dos finales —ya lo había hecho también en el 800, séptima— y la mejor clasificación individual —el relevo de 4x100 libres masculino también acabó cuarto—.

Magnífica la actuación de Paula Otero en la capital italiana. Porque además planteó la prueba, la más larga de todas las que se nadan en la piscina, de forma perfecta, de menos a más, como hacen las fondistas, para ir adelantando a todas las rivales que se pasaron de rápidas en los primeros metros y después no pudieron aguantar el ritmo. De hecho, iba última hasta el viraje de los 500 metros. Dos largos antes ya había dado un cambio de ritmo. Estaba nadando en parciales de 33 segundos cada 50 metros y bajó a los 32 e incluso por debajo de 32.5. A la primera a la que dio alcance fue a la belga Alisee Pisane, que acabó totalmente hundida (16.37.34). La siguiente, ya en los 800 metros, pasado el ecuador de la prueba, a la que pasó fue a la otra española, Ángela Martínez (sexta al final con 16.22.37) y solo 100 después sobrepasó a la portuguesa Diana Durães (séptima, 16.26.53).

La otra lusa estaba tres segundos por delante de ella, pero la coruñesa iba claramente más rápida y en el 1.250 ya volteó por delante de ella y, por lo tanto, cuarto. Tamila Holub, no obstante, no se rindió y obligó a Otero a exprimirse en el último largo para defender su puesto. Acabó en 16.18.64 por los 16.18.27 de la gallega. Por delante ya se quedó lejos, a seis segundos, del bronce de la italiana Martina Caramignoli (16.12.39). La plata se la llevó la húngara Viktoria Mihalyvari (16.02.15) y el oro, la gran favorita, la transalpina Simona Quadarella (15.54.15), un molinillo de principio a fin.

El Campeonato del Mundo de Budapest no le había dejado buenas sensaciones. Claro que tampoco era su objetivo principal y que antes había pasado el COVID y tenido que pasar la EBAU. Volvió a la piscina, a entrenar duro en el CGTD de Pontevedra, del que se despedirá rumbo al CAR de Sant Cugat la próxima temporada. Del 16.57.76 ya pasó al 16.35.99 del Campeonato de España de finales de julio. Y después de la concentración en Sierra Nevada para el Europeo, a los 16.30.78 de las eliminatorias en Roma. De hecho, solo un esprint final en los últimos 50 metros le salvaron de caer eliminada. Se clasificó para la final con el octavo y último tiempo, lo que le llevó a la calle ocho. Desde ese lateral de la piscina, casi sin referencias, sorprendió a las rivales. Otero es ya la mejor española en Roma y la segunda mejor gallega en la historia de las citas continentales por detrás de la ribeirense María Vilas, que se colgó el bronce en esta misma prueba en 2016. Todavía le quedan los 400 metros, cuyas eliminatorias afrontará mañana, última día de competición en el Foro Itálico.

En la jornada de ayer, hubo dos finales más con españoles. Una fue Jessica Vall, que fue octava en 200 braza. La veterana nadadora, apurando ya sus últimos cartuchos, se confirmó entre la elite continental, pero no pudo hacer nada para acercarse a las medallas con un tiempo de 2.27.19. La otra fue el relevo mixto de 4x100 libres. Luis Domínguez, Sergio de Celis, Lidón Muñoz y Carmen Weiler acabaron también octavos con récord de España. Lidón Muñoz, antes, había nadado las semifinales de 50 libres sin poder acercarse a las ocho mejores. En 200 mariposa se quedó lejos también Joan Lluís Pons, pero no Arbidel González, que con mejor marca personal se quedó como primer reserva, a las puertas de la final. Y por último, tampoco lo consiguieron ni Alba Vázquez ni Mireia Belmonte en 200 estilos.