Debutaba con la camiseta verdiblanca y no pudo hacerlo de mejor manera. Marlena Rubio, que fue el fichaje escogido por Stanis García en el mercado de verano, en el que llegó procedente del Bigues, jugó ayer su primer partido en el Palacio de los Deportes de Riazor, se estrenó como goleadora y su tanto además sirvió para que el Liceo sumara los tres primeros puntos de la temporada contra el Sant Cugat en un encuentro muy igualado. Buena carta de presentación de la jugadora, que junto a sus compañeras consiguió hacer olvidar las dos importantes bajas con las que contaban las locales, las internacionales Bea Gaete (Chile) y Adriana Soto (Argentina), dos de las piezas clave de la plantilla.

No quería excusas el técnico liceísta por las ausencias por más que los inicios siempre sean complicados. Había que quitarse los nervios y poner en práctica lo entrenado durante el mes que tuvieron de preparación. Además el rival tampoco lo puso fácil. El Sant Cugat fue un equipo pegajoso, que no dejaba ni una jugada plácida a las coruñesas, que siempre tenían encima a una defensa contraria. Alba Garrote dispuso de una directa al arranque del encuentro pero no acertó en una de sus especialidades. Al descanso todavía no se había movido el marcador, aunque con las de casa más insistentes de cara a la portería contraria. En la segunda parte, Rubio encontró ese premio al empujar una bola que había quedado suelta en el área. Viky Caretta, en su portería, defendió la ventaja hasta que se cumplió el tiempo reglamentario. Las caras al terminar lo decían todo. Había sido complicado. Pero los tres puntos, con los que empezar a construir la temporada, se quedaban en casa.