Aunque solo sea pretemporada, la victoria en Pumarín, una cancha maldita para el Leyma, puede ser un síntoma de un buen presagio. Históricamente a los naranjas no se les da bien visitar a Oviedo y ayer se impusieron por veinte puntos (70-90) y con conceptos ofensivos que se muestran cada vez más asentados y un buen balance entre la defensa y el ataque. Era solo un amistoso y todavía faltan en la ecuación el lesionado de larga duración Álex Hernández y Javi Vega que sigue tocado en esta pretemporada. Además ayer se sumó a la lista de bajas Olle Lundqvist. Solo contará lo que pase a partir del día 7 de octubre, cuando abra la LEB Oro en Azpeitia, pero el conjunto dirigido por Diego Epifanio empieza a coger forma y toma carrerilla porque a este triunfo se le suma el conseguido hacía tres días en el Palacio contra el Melilla. Y si ese día destacó Aleix Font, ayer deslumbró Djordje Simeunovic, con 20 puntos, 8 rebotes, 2 asistencias y 5 faltas recibidas para 26 de valoración. Antes del arranque oficial del curso a los coruñeses les quedará otra cita, que será el viernes contra el Burgos en Riazor con el Trofeo Teresa Herrera en juego.

El Leyma siempre fue un punto superior a su rival, que veía aro con menos facilidad. Al descanso, la balanza ya se inclinaba de forma clara en favor de los visitantes (32-45) y encima estos dieron un estirón al marcador al volver de vestuarios. El Oviedo se quedó en tan solo 8 puntos en el tercer cuarto por los 21 del bando naranja (40-66), lo que dejaba todo visto para sentencia antes de los últimos diez minutos. Con triples —que no le habían entrado hasta ese momento aunque final terminó con 6, no más que el Leyma— los locales consiguieron maquillar el resultado que aun así reflejó una cómoda diferencia.