Hace seis días, Juan Copa animaba como uno más en las gradas del histórico Ateneu Agrícola durante la final del Campeonato de Europa sub 17, en la que vio a su hijo Jacobo —jugador de Dominicos— levantar el título continental como capitán de la selección española. Una semana después, las tornas cambian para el entrenador del Liceo y le tocará bajar a la pista y sentir al público del pabellón en contra. El conjunto coruñés visita al Noia en la quinta jornada de la OK Liga (21.00 horas). Llega pronto el duelo ante el equipo que más complicado se lo puso en el play off por el título el año pasado. Ambos se vieron las caras en las semifinales, los verdiblancos perdieron los dos encuentros en Sant Sadurní e hizo falta el quinto duelo, donde ya con el Palacio como escenario los coruñeses pasaron a la final en la que se proclamaron campeones contra el Reus. Este será también el rival del Liceo la próxima semana antes del parón por los World Roller Games. Un último tirón, para el que es duda Álex Rodríguez, tocado de la espalda, para intentar mantener al descanso de la competición la posición privilegiada que los coruñeses se han ganado tras cuatro victorias seguidas, tres contra equipos inferiores (Girona, Arenys de Munt y Sant Cugat), que ya les ha dejado a solas en el liderato con el Barcelona.

El Noia se cayó del podio de los invictos precisamente la semana pasada al perder contra el Reus, aunque con polémica, ya que a Jordi Bargalló le fue anulado el gol del empate. El equipo dirigido por Pere Varias mantiene la estructura del año pasado, con la base de veteranos —Bargalló, Xavi Costa, Aleix Esteller y Eloi Mitjans— y la aportación de los jóvenes —Blai Roca, Toni Salvadó y Adriá Ballart—. Eso sí, también se vio engullido por la máquina devoradora que es la liga portuguesa, que si el curso anterior se había llevado a su jugador más prometedor, Pol Manrubia (Benfica), este verano repitió pesca con la llamada del Porto a Roc Pujadas. Como compensación de esta baja llegaron Martí Gabarró y Kyllian Gil —el hijo del mítico Pedro Gil—. Pocos cambios, sobre todo si se compara con la profunda reestructuración del Liceo, donde solo se quedaron tres jugadores de la plantilla que cantó el alirón. Por eso el inicio de la temporada tiene que servir a Juan Copa para ir encajando las piezas, siempre de menos a más. Es fundamental que cada vez los nuevos se vayan sintiendo más protagonistas. Como los tres goles, a cada cual más espectacular, de Fabrizio Ciocale contra el Sant Cugat. Todos a una. Por una meta.