Al Leyma le faltó continuidad y le falló el último cuarto para poder plantar cara a un Lleida que es el equipo más en forma del inicio de la temporada. Los naranjas aguantaron un golpe tras otro, incluso un 0-11 de inicio tras el que podrían haberse desmoralizado pero del que se recuperaron por completo mediado el segundo cuarto. También dieron sus derechazos. Pero a los catalanes hay que dejarlos en la lona porque se levantaron siempre y remataron con un 0-14 en el último parcial, en el que el conjunto local estuvo negado de cara al aro entre sus propias malas decisiones de tiro, pérdidas de balón y la intensidad defensiva del contrario. Dio la sensación de que al Leyma le falta un punto de cocción para poder plantar cara los cuarenta minutos a un rival más hecho y con una dosis más de intensidad. Tras la victoria del viernes en la jornada inaugural en la pista del Juaristi y esta derrota, el equipo de Diego Epifanio visita al Estudiantes el domingo en un exigente inicio de curso con tres partidos en apenas una semana.

Los naranjas dependieron del acierto en el tiro exterior y tuvieron un problema en la pintura. Lottana Nwogbo no estuvo acertado en ataque, que es su fuerte. Cuando Atoumane Diagne no estuvo en pista, se le echó de menos para cerrar el rebote. Y ninguno de los dos consiguió frenar a Michael Carrera (31 puntos), que ahora mismo es el jugador más decisivo de la categoría y que se echó a su equipo a la espalda en el último cuarto, con siete puntos prácticamente consecutivos que afianzaron ese parcial de 0-14 decisivo. El mejor del Leyma fue el base Goran Filipovic. Metió triples y revolucionó el juego, aunque se cargó de faltas y tuvo que pasarse buena parte del tercer cuarto y el inicio del cuarto en el banquillo. Solo él, con 11 de valoración, llegó a los dobles dígitos en este apartado.

La lesión del visitante Jaume Lobo, dos triples (Jakovics y Font) y una canasta de Filipovic dieron alas a los locales, que se pusieron 60-55 cuando quedaban por jugar algo más de cuatro minutos. Pero a partir de ese momento se quedaron en blanco durante tres. Con 60-64 hizo daño un 2+1 de Carrera, porque la canasta y la falta se produjeron justo cuando se acababa la posesión. Algo parecido había ocurrido en el tercer cuarto con 48-44. Barrueta robó un balón, se fue solo y de lo que podía haber sido el punto 50 y los 6 de diferencia, se pasó a dos triples segundos del Lleida y por lo tanto, al 48-50.

Aleix Font en el partido contra el Lleida. VICTOR ECHAVE

El Lleida no desaprovechó los regalos. Pero en el aspecto positivo del Leyma hay que ponerle el hecho de sobreponerse al 0-11 en contra de inicio. Diego Epifanio pidió tiempo muerto para ordenar las ideas y asentar conceptos. Filipovic se puso el traje de salvador con dos tiple seguidos que fueron cimentando la remontada. a actitud ya era otra. Nwogbo y Galán luchaban en la pintura. También Diagne. Barrueta anotaba un 2+1. Y al primer descanso el marcador ya no era tan escandaloso (15-20). Otro triple de Filipovic —era el tercero del cuarto tras otros de Jakovics y Font— puso por primera vez por delante a los de casa (28-25), pero después sufrieron otra crisis que solo les permitió anotar otro triple y tres tiros libres hasta el descanso, al que el Lleida llegó con una ligera ventaja (34-37).

Plantilla y cuerpo técnico del Leyma. VICTOR ECHAVE

En el tercero hubo reparto de ventajas. Los dos equipos intercambiaron golpes y por un momento tenían ventajas los locales y por otro, los visitantes. Las terceras faltas de Filipovic y Font, dos de los hombres más acertados, pesaron. También la escasa aportación de Lundqvist y Simeunovic, de los que se espera más. Los catalanes mantuvieron su ventaja al cierre del tercer parcial (52-54) y ya el cuarto estuvo marcado por el 0-14 del que en un partido tan igualado ya no fue posible recuperarse. Toca mejorar y el domingo volverlo a intentar.