La Opinión de A Coruña

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fútbol sala

Pasado y presente coruñés en la selección española

María Bardanca y Ana Silva jugaron un amistoso con las leyendas y sus herederas Luci y Martita, se asientan con la absoluta

Las coruñesas María Bardanca, Luci, Martita y Ana Silva, el miércoles en Madrid. | // RFFM

A Coruña tiene un protagonismo especial en la historia del fútbol sala femenino nacional. El Sal Lence siempre tendrá un hueco como uno de los equipos más legendarios y con dos pioneras como María Bardanca y Ana Silva que fueron guías de su generación. Ahora la actualidad se escribe tanto en clave grupal, con un Viaxes Amarelle que intenta asentarse en la elite, como individual, con dos jugadoras que esta misma semana defendieron la camiseta de la selección española en dos amistosos contra Japón. Ellas son Luci, ya veterana y con dos Eurocopas en su palmarés, y Martita, que debutó con la absoluta. Pasado y presente se dieron la mano el miércoles en Madrid con el encuentro de las cuatro coruñesas. Dos con las leyendas. Y dos con el equipo que se prepara para revalidad la próxima Eurocopa. Y las cuatro cien por cien orgullo coruñés.

“Nunca pude verlas jugar, pero a María Bardanca la conocí porque estaba en el Amarelle cuando yo jugaba y de Ana Silva me habían hablando maravillas”, reconoce Luci. Porque de esta última siempre se dijo, aunque ella le gusta rebajar los calificativos, que era la Maradona del fútbol sala. “Nuestra ricitos de oro. Empezamos juntas en el Sal Lence. Aquello que hicimos, siendo todas de la casa, es muy difícil que se repita. Y ella no ha perdido el toque”, confirma Bardanca. Ya se habían reencontrado en mayo, en la que fue la primera aparición de la selección de leyendas. “Volver a sentirse jugadora y volver a encontrarse... fue muy emocionante. Aunque las del Sal Lence nos juntamos todos los años en Navidad para no perder el vínculo”, desvela.

Ella vio crecer en las categorías inferiores del Amarelle tanto a Luci como a Martita, lo que demuestra el buen trabajo de la cantera naranja y también de la gallega. “Luci ya tiene más experiencia y Martita aún se marchó el año pasado, pasó una lesión y te alegra muchísimo ver que ha llegado hasta la selección”, señala. También se alegra Luci por su paisana y ahora compañera en el Poio. “La he visto crecer desde pequeña, he visto su progresión y se lo merece un montón”, dice. Las dos ya coincidieron en el Amarelle, pero Luci estaba en el primer equipo y Martita, todavía en la base, iba todos los partidos a animar. “Las admirábamos muchísimo... y ahora en Poio ya he podido conocerla mejor”, comenta la benjamina. Podrían también llegar juntas a la Eurocopa en la que España defenderá su corona en marzo de 2023. “Estos partidos —los dos contra Japón de esta semana con victoria y empate— nos sirven de preparación para nuestro objetivo final. Nos planteó unos partidos muy complicados y nos costó mucho”, analiza Luci. Martita, en su debut, acabó contenta. “Aprendí mucho, Las compañeras me lo pusieron fácil y ojalá me vuelvan a llamar, si es para la Eurocopa mejor”, dice.

Reclamación mundial

Cuando Ana Silva y María Bardanca iban con la selección, no había Eurocopa, que no se creó hasta 2019. “Las vemos con envidia sana, pero que a estas alturas sigamos teniendo que reclamar esto”, admite Bardanca. Pero ahora las jugadoras quieren más y reclaman a la FIFA la celebración de un Mundial. “Es que no pedimos nada raro ni nada que no exista ya. En categoría masculina lo llevan haciendo unos cuantos años”, se queja Martita. “Y nos es porque no haya selecciones. Es bastante triste que en 2022 el fútbol sala no tenga un torneo mundial femenino. Llevamos ya un tiempo reclamándolo porque es una discriminación”, continúa Luci. Pero son optimistas. “Espero que la FIFA reaccione cuanto antes”, concluye. “Yo confío también”, termina Martita. Y las dos sueñan con estar en él.

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