Baloncesto - LEB Oro | Aleix Font Jugador del Leyma

Aleix Font: “Disfruto el camino y me importa poco la categoría”

“En la segunda vuelta se verá un Leyma más serio, maduro y eficiente”

Aleix Font, en el Palacio de los Deportes de Riazor. |  // VÍCTOR ECHAVE

Aleix Font, en el Palacio de los Deportes de Riazor. | // VÍCTOR ECHAVE / María Varela

El pequeño Aleix Font (Barcelona, 1998) no se atrevía soñar con llegar a ser jugador profesional. Por eso, aunque creció en a cantera del Barça admirando a Juan Carlos Navarro, se centró en un futuro como médico. Incluso llegó a estudiar tres años de la carrera. Pero el baloncesto se cruzó en su camino y apostó fuerte por este deporte, del que vuelve a disfrutar en A Coruña. Después de no tener suerte en la ACB tanto en el conjunto azulgrana como en el Obradoiro y el Zaragoza, fichó por el Leyma, donde se ha convertido en una de las piezas clave de una buena primera vuelta.

¿Cómo ha digerido la locura que se vivió contra el Burgos?

Fue una montaña rusa de emociones. Pasamos de la frustración y un poco el desastre absoluto de que no nos salía nada; a un cambio total en la dinámica, que vino marcado por la entrada en pista de Álex (Hernández) y también por la charla de Epi en el descanso y nuestra actitud en el comienzo del tercer cuarto. A partir de ahí ya fue una fiesta, todo nos salía bien. Tenemos muy buena química de equipo y nos íbamos retroalimentando entre nosotros y con la afición, que no nos dejó de animar ni en los momentos malos. Se creó un ambiente de euforia increíble y acabar el cuarto metiéndoles 38 puntos... hubo muchísima emoción y comunión entre todos.

No es que la afición no dejara de animar en los momentos malos, es que animó más.

Lo notamos muchísimo y era justo lo que necesitábamos: energía positiva y comentarios constructivos. Tanto la afición como Epi lo supieran entender muy bien. Hay muchos entrenadores que si ven a su equipo jugando tan sumamente mal, lo único que les apetece es cagarse en los jugadores y mandarlos a la mierda. Todos vamos a una y cuando las cosas van mal, lo que queremos es que vayan bien y hay que ser positivos.

Esa montaña rusa, ¿define también la primera vuelta del equipo?

Somos un equipo muy nuevo y hemos pasado por todas las fases. Una primera en la que todo va bien, después vienen las dudas, los rivales te lo empiezan a poner complicado. Y tienes que resolver estas dudas, se definen los roles... es un proceso en el que hemos ido en clara progresión ascendente. Yo lo tenía bastante claro desde el principio, al ser tantos nuevos, porque solo repetían Atou, Álex y Javi, íbamos a pasar por momentos de estos. Lo importante es que ahora estamos muy bien, cada uno conoce su rol, sabe lo que tiene que hacer, y en los últimos partidos se ha demostrado. Ahora es el momento de rendir, ejecutar y mantener esta racha lo máximo posible.

¿Qué se puede esperar de la segunda vuelta?

A un equipo más serio, más eficiente, más maduro. Y también un equipo con mucha hambre de ganar. Ahora mismo llevamos 5 de 6 ganados, nuestra confianza está intacta y vamos a comernos el mundo... pero yo creo que el objetivo es meternos en play off y ya a partir de ahí luchar para pasar rondas.

¿Cómo ha sido su proceso?

Me he encontrado muy cómodo en todo momento. Al principio intentaba buscar sensaciones, me había puesto como objetivo este año volver a disfrutar del baloncesto porque llevaba un par de años con muy poco protagonismo, con un rol muy secundario, y eso al final te quita mucha confianza. No quería ponerme demasiada presión porque conozco cómo funciona esto de las expectativas y si te pasas es muy frustrante y repercute negativamente en tu rendimiento. A nivel personal estoy muy bien, también a nivel extradeportivo, trabajando en el colegio Salesianos.

¿Es un paso atrás en su carrera?

Era un paso necesario. Tomé la decisión en su momento de ir a ACB y por lo que fuera, mala suerte, situaciones del equipo, no acabé de consolidarme en la categoría. Y no se me caen los anillos por jugar en la LEB Oro. Con 24 años lo que tengo que hacer es jugar. Es lo que necesitaba, volver a coger confianza en mi juego para volver más fuerte.

Muchos de los que en verano se proclamaron campeones de Europa con la selección, pasaron por LEB.

Muchos con los que yo he jugado y contra los que he jugado. Cada uno tiene su propio camino. Cada jugador es diferente y pasa por un proceso madurativo diferente. Esto es un maratón y hay momentos en los que irás más rápido o más lento, pero lo importante es llegar al punto que tú quieres y disfrutar del camino. Ahora estoy disfrutando mucho y me importa realmente poco la categoría.

Aleix Font.

Aleix Font. / VICTOR ECHAVE

¿Problemas de expectativas?

Las expectativas se dispararon cuando llegué al primer equipo del Barça. Es normal, todo el mundo quiere que lo hagas bien. Pero también todo el mundo te avisa: cuidado que esto es difícil, que hay muchas expectativas, que te puedes estrellar. Es parte del proceso de mejora personal entender este mundo y entenderte a ti mismo. Hay que saber gestionarlo. Por eso además del trabajo técnico y táctico es muy importante el psicológico. Llevo un par de año trabajándolo. Es importante para cuando sales a pista estar lo más limpio posible de cabeza y solo pensar en ejecutar lo que hay que hacer y no en cosas que pueden afectarte negativamente al rendimiento.

¿Entender este mundo, al baloncesto se refiere?

Al deporte profesional en general. Yo siempre digo que soy un afortunado. Entreno/trabajo mucho menos que una persona que hace una jornada de ocho horas al día. Pero sí que hay mucho trabajo invisible: las horas que tienes que descansar, los hábitos saludables que tienes que seguir, la presión, la gestión de las expectativas, el hecho de que es un mundo muy resultadista... todo va bien siempre y cuando cumplas los resultados. Y a veces estos ni siquiera dependen de ti. Puede ser cruel. Y hay que formarse psicológicamente para esto. Porque el trabajo a veces no tiene recompensa.

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