La Opinión de A Coruña

El deporte coruñés da un suspenso a las instalaciones de la ciudad

Los clubes de instalaciones deportivas las juzgan insuficientes, viejas, en mal estado y mal repartidas. Las necesidades pasan por más pabellones, mejorar y maximizar los que hay, pistas de atletismo y una piscina de 50 metros

María Varela

Hablar con los clubes de instalaciones deportivas en A Coruña es como abrir la caja de Pandora. El sentimiento compartido es que se ha llegado al límite. Los pabellones o son viejos, en especial las polideportivas de Riazor, o tienen muchas deficiencias. Pero sobre todo, son insuficientes para cubrir las necesidades del tejido polideportivo de la ciudad. Los municipales están masificados, aunque todos agradecen y destacan su uso gratuito. Los de la Xunta, prácticamente vacíos y el de Sardiñeira directamente más de una década cerrado. Se agrava, dicen, por la falta de planificación y el retraso a la hora de publicar los horarios, que habitualmente se prorrogan de un año a otro cronificando la situación. Una ciudad deportiva, como fue la promesa electoral de Inés Rey, un pabellón de aforo intermedio, pistas de atletismo, una piscina de 50 metros, mejorar las instalaciones y sacar el máximo rendimiento a las que hay, son algunas de las necesidades básicas. El dictamen es claro. El deporte coruñés está igual que hace 30 años. Han pasado distintos gobiernos de distintos partidos y nada cambia. Pero la actividad deportiva, tanto en número de participantes como de disciplinas, se ha disparado e incluso los clubes ya tienen que decir que no a nuevos miembros. Conclusión: se necesita mejorar.

Imagen de las pistas universitarias de Elviña.

Imagen de las pistas universitarias de Elviña.

Atletismo

Sigue sin unas pistas municipales desde que en 1995 se derribaron las del estadio de Riazor. Su necesidad es evidente: “Una instalación municipal donde tengan cabida todas las disciplinas y que podamos usar sin ningún tipo de contraindicación. Que esté homologada para competiciones y con un módulo cubierto adyacente para entrenar en invierno y una sala de musculación”, señala José Carlos Tuñas, del Coruña Comarca. Tanto ellos como Riazor Coruña, Marineda Atlético y La Mochila del Deporte desarrollan su actividad entre el Palacio y Elviña, propiedad de la Universidad, que pone muchas restricciones, en especial para los lanzadores, que directamente tienen vetada su actividad. “No haría falta ni construir un estadio, solo llegar por fin a un acuerdo con la Universidad”, concluye Tuñas.

Baloncesto

Es una disciplina cuyo crecimiento no ha ido acompañado por el incremento de instalaciones deportivas. La presencia de un gigante como Básquet Coruña, con más de 700 niños en su cantera, les lleva a diez instalaciones. “El principal problema es que la mayoría son antiguas y eso implica que no tengan mejoras a nivel enfermería. En el Ventorrillo llevan 30 años sin cambiar nada. En otras como las Polideportivas vas rezando para que la condensación no impida que puedas utilizarlas”, comenta Rubén Vázquez, coordinador de los naranjas. Tanto él como Carlos Gómez, del Esclavas, coinciden en pedir que los horarios se decidan antes para facilitar la organización.

Exterior del polideportivo de A Sardiñeira.

Exterior del polideportivo de A Sardiñeira.

Balonmano

“Lo ideal sería que hubiera más instalaciones, unos horarios fijos y siempre en el mismo pabellón”, dice Miguel Lorenzo del Brigantium, que comparte con el OAR las pistas de San Francisco Javier, Novo Mesoiro y los colegios Puga Ramón y Calvo Sotelo, por lo que tienen que ir moviendo el material de uno a otro sitio. “En base estamos muy mal, a veces incluso tres equipos compartiendo horarios y con 50 jugadores en pista”, continúa el responsable del club, ejemplo de lo difícil que es hacerse un hueco en el esquema de las instalaciones desde cero. Sobre el estado comenta que la pista de San Francisco Javier acaba de ser arreglada pero continúan las goteras. “Las de los colegios ya son más básicas pero entrenar debajo de un techo ya es una hazaña”.

Inauguración del rocódromo de Riazor. / Carlos Pardellas

Escalada

Acaba de estrenar el nuevo rocódromo situado en el Frontón de Riazor, que incluye las tres disciplinas olímpicas y que fue construido siguiendo los consejos de los dos clubes que hay, por lo que para esta modalidad se abrió un nuevo horizonte de futuro.

Esgrima

Cuatro clubes en ocho pistas de una misma sala de la Casa de Agua, abierta hace diez años. “Se queda pequeña”, expone Manel Villadóniga, del 100tolos, que mueve a 150 personas. “Necesitamos una sala grande en condiciones de acuerdo a la gente y al nivel que tenemos. Hace diez años nos dijeron que a ver si llenábamos... y ya estamos por encima del aforo. Necesitaríamos el doble de pistas”, añade. Villádoniga propone maximizar el uso de los pabellones actuales incluyendo una segunda planta en la que se puedan meter salas de este tipo. Y también pide que se respeten los criterios para la adjudicación de los horarios.

Reforma del pabellón de Monte Alto.

Reforma del pabellón de Monte Alto.

Fútbol sala

El Viaxes Amarelle, equipo de Primera División nacional, desarrolla su actividad en el pabellón de la Sagrada Familia, que tiene un problema fundamental: “No hay agua caliente”. Sí la hay. Solo en un vestuario y cuando se duchan tres personas a la vez. “Cuando jugamos contra el Futsi arreglamos con el Concello para que se fueran a duchar al Palacio. Pero no había agua caliente en el vestuario de los árbitros y nos multaron con 50 euros”, comenta José Núñez, de la directiva. El otro problema del pabellón son las gradas, en las que las columnas impiden ver la pista completa. “Creo que lo que haría falta sería una pabellón de aforo intermedio, ni el Palacio ni uno tan pequeño como el nuestro”, dice. Otro de los clubes referencia es el 5 Coruña, que insiste en la reagrupación. “Estamos en Barrio de las Flores, Novo Mesoiro, San Francisco Javier, Labañou, Rosales, La Normal y Puga Ramón y alquilamos Monte das Moas, Agra y las dos Elviñas, que no tienen el mejor suelo para el fútbol sala, sobre todo para los porteros”, aporta el directivo Sergio Blanco. Muchas de ellas tienen goteras (Novo Mesoiro y Puga Ramón) o problemas de humedades y condensación (San Francisco Javier y Labañou). “Es desalentador. Te impide crecer. Gastamos mucho en alquiler y en material porque tenemos que tener en cada sitio”, concluye.

Exterior del polideportivo de Sardiñeira.

Exterior del polideportivo de Sardiñeira.

Gimnasia rítmica/artística

La gimnasia es una disciplina que necesita muchas horas de entrenamiento así que no suele bastarle con lo adjudicado. Hay clubes como el Rítmica Milenium que han llegado a aprovechar la calle para realizar las sesiones físicas. Su responsable, Yolanda Bermúdez, añade que los fines de semana están bloqueados para las competiciones, por lo menos en Los Rosales, que es su instalación base, lo que les deja sin opciones para hacer tecnificaciones. “Debería haber más equilibrio”. Esta modalidad solo puede solicitar Sagrada Familia Barrio de las Flores y Los Rosales y en muchas casos coincide, a la misma hora y lugar (la pista dividida en tres espacios), con rivales. Prioridad, una instalación propia. Los clubes de artística ya lo han hecho de forma privada, alquilando naves y montando allí los aparatos, con todo el dinero e inversión que eso implica.

Hockey sobre patines

Además del Palacio de los Deportes, solo hay una pista municipal en la que se pueda practicar este deporte, la Polideportiva de Riazor, cuyos problemas de condensación —incluso el agua sale de los enchufes cuando llueve mucho—, son un peligro de seguridad y añade otras deficiencias de vestuarios y accesibilidad, con escaleras para entrar a la grada y otras a la pista. “A nosotros nos vale pero necesitamos más horas. En el reparto tendríamos que tener preferencia frente a otros deportes que sí se pueden practicar en otros espacios. Tenemos dos horas a la semana para cuatro equipos, sin posibilidad de crecer y teniendo que decir que no a muchos niños”, explica Luis González, presidente del Riazor, uno de los dos equipos de la ciudad que no pertenece a un colegio. El otro es el Borbolla, instalado en Monte Alto, cerrado durante los últimos cuatro meses por reformas, lo que provocó las quejas por la falta de planificación por la fecha escogida —en verano estuvo parada— y problemas en cascada para intentar reubicarles. Otro afectado fue el Dominicos de OK Plata. Porque además la Xunta no le dio soluciones, ha vivido de prestado un día a la semana en el Palacio gracias a la colaboración entre clubes, y tenía que rendir en competición, jugándose un proyecto de años que se iría al traste si desciende.

Competición en 2015 en la Casa del Agua.

Competición en 2015 en la Casa del Agua.

Natación/waterpolo

Lo ideal, dice Raúl Solleiro, presidente del CN Coruña, es que A Coruña cuente con una piscina de 50 metros —es la única provincia gallega que no la tiene— con unas horas reservadas solo para los entrenamientos. Está la Casa del Agua, con una concesión privada. “En 2015 se hizo allí el Campeonato de España alevín y se pagaron 38.000 euros por tres días”, destaca y se queja que vasos como los de la Xunta están medio vacíos. Para waterpolo se llegó a un acuerdo con el Concello para utilizar San Diego. “Desde la Federación Gallega se le pidió a la Xunta que incluyera en el pliego de condiciones para la nueva concesionaria de Elviña, Agra y Sardiñeira que se reservasen unas horas de los fines de semana para competiciones y dijeron que no”, desvela.

Patinaje

“Mi resumen es que actualmente el Concello no tiene instalaciones para patinar”, señala Iván Rama, del Galicia Rollers, que explica que el reglamento de usos, de 2007, está obsoleto. Habla también de que desde el Consello Municipal de Deportes se intenta llegar a un gran acuerdo para impulsar la creación de instalaciones deportivas nuevas, orientadas a todas las modalidades y propone los terrenos portuarios como una posible ubicación. El artístico, que necesita muchas horas, se reparte como puede entre Palacio, Frontón y Polideportiva.

Instalaciones en As Xubias.

Instalaciones en As Xubias.

Piragüismo

Para el SDAS As Xubias sigue todo igual: instalados en unos barracones de obra para darles amparo de una forma provisional que está a punto de llegar a los diez años. “Por lo menos el año pasado conseguimos luz, agua caliente y servicio municipal de limpieza”, suspira Ruth Arrojo, su presidenta, que enumera los problemas: “Goteras de condensación en invierno. Sin ventilación en verano. Se nos meten ratas y tenemos que llamar a control de plagas. El suelo se pudre. Vestuarios enanos. Gimnasio con un suelo que se levanta. Sin sitio para meter equipamientos”. Así que solo pide “unas instalaciones dignas con gimnasio y hangar”. “Nuestra esperanza es la base náutica de Oza”, concluye.

Campo de la Torre acondicionado para el rugby.

Campo de la Torre acondicionado para el rugby.

Rugby

Es uno de los deportes privilegiados porque el Concello acondicionó uno de los campos de la Torre para el rugby, una demanda histórica. “Pero no podemos usarlo, solo el equipo sénior masculino”, aclara Pedro López-Sors, presidente del CRAT. “Las categorías inferiores se tienen que ir al campo 4, que es el más pequeño de fútbol de toda la instalación, sin porterías de rugby, que no podemos practicar tiros a palo. Y en el de rugby, está el fútbol”, se queja.

Voleibol

El Barrio de las Flores es el pabellón ideal para el voleibol. Pero no da salida a todo el volumen que hay, ni siquiera pese a que los principales equipos, Zalaeta, Calasancias y Liceo, tienen pabellón propio. “Se necesitan varios polideportivos pequeños más para balonmano, baloncesto y voleibol. O una gran instalación multideportiva”, propone Nicolau Santos, presidente del Zalaeta, que también usa la pista del instituto, la Sagrada Familia y el Calvo Sotelo. En cuanto al estado, echa de menos una mayor actualización, como soportes informáticos que permitan la retransmisión de partidos.

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