Baloncesto - LEB Oro | Yunio Barrueta Jugador del Leyma

Yunio Barrueta: “En la calle aprendí un juego más físico”

“Contra Oviedo no podemos pensar que los equipos de abajo van a ser más fáciles”

Yunio Barrueta, jugador del Leyma, en el Palacio de los Deportes de Riazor. |  // VÍCTOR ECHAVE

Yunio Barrueta, jugador del Leyma, en el Palacio de los Deportes de Riazor. | // VÍCTOR ECHAVE / María Varela

María Varela

El Leyma es el equipo de moda en la LEB Oro pero según Yunio Barrueta (Aguada de Pasajeros, Cuba, 1993) no se deja perturbar ni ahora cuando gana ni antes cuando perdía. La forma de trabajar siempre ha sido la misma, pensando en el siguiente objetivo, y lo que ha cambiado es la química del vestuario

¿Es fácil gestionar la euforia tras ganar ocho partidos seguidos?

No pensamos mucho en la racha y entrenamos de forma normal. Estamos haciendo lo mismo que desde el primer día, entrenando duro y enfocándonos en el próximo equipo. Es bueno ganar, no queremos perder, nadie quiere. Ojalá que podamos seguir la racha y no perder más. Por eso solo pensamos en Oviedo.

¿Les quedó la espina de haber perdido allí en la primera vuelta?

Es una cosa que tengo en la patata y en la mente. Vamos a jugar como si estuviésemos jugando contra Palencia o Estudiantes, un top team, no como si fuera uno de abajo. Jugar duro y tratar de ganar el juego.

¿Fue el peor partido del Leyma?

Salimos muy relajados y perdimos. Por eso tenemos que ir duro.

¿A estas alturas de liga son más peligrosos los equipos de abajo porque se están jugando la vida?

Todo el mundo le puede ganar a todo el mundo y no se puede pensar que los equipos que están abajo va a ser más fáciles, porque no es así. Son cuarenta minutos y tenemos que jugar cuarenta minutos duros.

¿Qué ha cambiado en el equipo desde entonces?

Todo es cuestión de tiempo. Al principio no tuvimos tiempo para llegar a conocernos. Esto es como subir una montaña, hay que ir poco a poco. Ahora nos conocemos más y vamos con mucha más confianza.

¿Hay mucha química entre compañeros en el vestuario?

Una pila de química. Fuera del baloncesto nos llevamos muy bien, cenamos, vamos al cine, al bowling... hacemos cosas juntos porque eso es muy importante y nos ayuda a ir a la guerra juntos.

Yunio Barrueta.

Yunio Barrueta. / VICTOR ECHAVE

¿Cómo ha sido su camino hasta llegar hasta aquí?

Empecé a los 12 años...

¿12 años, no es muy tarde?

(Se lo piensa) No muy tarde, tampoco muy temprano. Empecé a una buena edad. A mí me gustaba el fútbol americano, pero a mi madre no. Y como todos los del edificio se iban a jugar el baloncesto, me iba con los chicos del barrio. Y gracias a ellos, pues estoy donde estoy ahora, si no, quién sabe dónde estaría.

¿Se crio entonces en la calle?

En Estados Unidos se juega mucho más en la calle, pero también han cambiado mucho los tiempos. Cuando yo era más jovencito era más habitual, ahora con la tecnología, todo el mundo está jugando jueguitos o en la televisión. En la calle te pones más fuerte, porque ahí la gente hace más faltas, te dan codazos... y aprendes a jugar muy físico. Hay otra gente que empieza en campamentos o en escuelas... pero mis padres no tenían dinero para meterme y tuvo que aprender en la calle.

¿Qué características tiene el baloncesto callejero?

Es más libre, más indisciplinado, más sucio... pero cuando coges la técnica, te ayuda porque todos lo que quieren es un jugador físico.

¿Así es como se considera?

Sí, yo siempre trato de ser muy físico porque eso desgasta muchísimo al contrario. Y es lo que nos pide Epi a todos.

¿En qué momento decidió que era hora de marcharse de casa?

Después de la universidad. Bueno, para ir a la universidad ya tuve que salir de mi casa porque fui a Tennessee, que ya eran tres horas en avión y ya fue muy difícil porque nunca me había ido. Solo estuve un año y regresé a Miami por otros tres y después ya me fui a Bélgica. Ahí fue un mundo diferente, ya a seis horas de diferencia de mi casa... difícil, pero me dije: ‘Mira, ya eres un hombre de 23 años y hay que madurar’.

¿Y que le atrajo de España y del Leyma?

Siempre había querido venir a España. Y mi primer año está siendo magnífico, me encanta. Desde que empecé me dijeron que tenía que venir. Siempre tuve curiosidad. Y cuando tuve la oferta del Leyma ya contacté con gente como Dago (Peña) que es muy amigo mío y que me habló maravillas.

Le han comparado con él.

Algunas veces me han llamado Dago por aquí (se ríe). Me dijo muy buenas cosas de aquí y fue otra razón para venirme.

¿También el míster?

Desde luego. Es muy buen entrenador, pero sobre todo muy buena gente fuera del baloncesto, fuera de este negocio yo lo considero como un amigo. Es muy intenso y tiene pasión por el deporte. Y nos motiva todos los días para ser mejores.

Yunio Barrueta.

Yunio Barrueta. / VICTOR ECHAVE

¿Qué le gusta de A Coruña?

Me encantan los restaurantes, la playa... y ahora que está saliendo el sol, ya es completo.

¿Lo echó de menos?

Vengo de Miami, con sol y 30 grados. Si veo el sol, ya estoy contento.

Ahora entonces va a jugar mejor.

Más calor, más sol... ahora ya seré imparable (se ríe). No, no. El sol ayuda muchísimo, es vital, no solo para mí, sino para todo el mundo.

Suscríbete para seguir leyendo