Baloncesto - LEB Oro

EL Leyma saca el escudo contra su bestia negra Oviedo

Los naranjas, en racha con ocho victorias seguidas, reciben a un conjunto asturiano al que solo han ganado tres veces en liga regular

Lotanna Nwogbo, en el partido contra el Valladolid. |  // VÍCTOR ECHAVE

Lotanna Nwogbo, en el partido contra el Valladolid. | // VÍCTOR ECHAVE / María Varela

“Yo acabo de llegar pero la gente de aquí habla de que el Oviedo es la bestia negra del club”, reflexionaba Diego Epifanio, entrenador del Leyma, en la rueda de prensa previa al partido de esta noche en el Palacio de los Deportes de Riazor (20.30 horas). Y es que los números son demoledores: 19 partidos en competición regular, 3 victorias (ninguna en Pumarín) y 16 derrotas —en play off está igualado, dos y dos—. Y aunque el técnico burgalés sea nuevo, ya le tocó sufrirlo en sus carnes en la primera vuelta. Los naranjas fueron a Asturias a enfrentarse a un equipo que solo sabía perder en el inicio de la competición y sin embargo cayeron por 93-83. Ahora la situación es diferente. La racha de ocho triunfos seguidos que han acumulado los coruñeses no solo les ha llevado hasta la tercera posición de la LEB Oro sino que también es su principal escudo contra el gafe. Y pese a ello, nadie se fía de un equipo que, necesitado de huir de los puestos de peligro, viene de ganar al Estudiantes con su jugador franquicia, el veterano Oliver Arteaga, convertido en el MVP de la última jornada.

“Ellos vienen en un momento muy bueno de forma, de ganar dos de sus últimos tres partidos, incluido Estudiantes la semana pasada”, confirma Epi. “Han cambiado de entrenador —Guillermo Arenas— y creo que eso les ha dado mucha energía. El cambio también ha significado que un jugador como Martí, que no estaba jugando muchos minutos, ahora tenga más confianza”, analiza. “Y Oviedo no es solo Artega, que es una referencia en la liga. Es mucho más porque está jugando a mucho ritmo. Nos va a exigir estar muy concentrados y parar su ritmo inicial de ataque, además de luchar cada balón en el rebote, que va a ser una de las claves del partido”, advierte.

Por eso cree que tanto el Leyma como el Oviedo están en un momento diferente con respecto al encuentro de la primera vuelta que ganaron los asturianos. “Ellos tenían mucha necesidad de ganar y nosotros no estábamos en nuestro mejor momento”, recuerda. “Empezamos bien el partido, pero nos costó aguantar el ritmo de sus cinco, ninguno de los nuestros acabó, eliminados por faltas. No nos sentimos cómodos, sobre todo en la segunda parte y en los momentos importantes no tomamos buenas decisiones”, apunta como claves del duelo previo. “Creo que ahora estamos mejor como grupo, entendemos mejor lo que cada uno puede aportar. En los partidos pasan mil cosas, el acierto, los nervios, la suerte... hay que controlar que nuestros buenos momentos duren más en el tiempo y acortar los malos. Al principio de la temporada cometíamos muchas veces dos errores seguidos y nos hacía mucho daño. Eso ahora lo controlamos bien”, comenta sobre las diferencias.

El entrenador naranja también espera poder controlar la euforia. Porque el peor pecado que puede cometer el equipo es creérselo y abandonar el plan de cada semana y partido: “Entiendo que el entorno tenga mucha ilusión. Pero eso no nos tiene que hacer perder la perspectiva ni levantar los pies del suelo, no podemos relajarnos. Es verdad que venimos de una muy buena racha que no es fácil en esta liga, pero también es verdad que en el último partido (contra Almansa) no hicimos cosas bien. En el vestuario sabemos que tenemos cosas que mejorar y que no podemos jugar con fuego y que tenemos que dar lo máximo”.

Las pérdidas de balón y el rebote son dos de los aspectos en los que más ha incidido durante la semana. “Las pérdidas de balón me preocupan mucho porque cuando tenemos el control del balón nos permite atacar y defender mejor. Y el rebotes, no dar segundas opciones al rival es una de las claves para competir mejor. Pero diría mil detalles que mejorar”, insiste, pero también destaca lo bueno: “Hacemos muchas cosas bien durante los partidos, hemos madurado mucho como equipo, cada uno entiende que dando su máximo no necesita anotar para ayudar al equipo y eso es muy bueno”.

Y se centra en el rebote ya que semana tras semana siempre cree que va a ser la clave del partido que están preparando. “Tenemos que ser conscientes de que nuestro trabajo defensivo acaba cuando tenemos la posesión del balón y no cuando el rival hace un tiro, es algo en lo que hemos incidido mucho”, reconoce. “Vamos a intentar que nuestro balance sea bueno, que no nos anoten en los primeros segundos, intentar hacer buena defensa en el cinco contra cinco y focalizar el esfuerzo en no relajarnos en las situaciones de rebote. Eso en defensa. En ataque a mí me gusta que mis equipos jueguen bien, que nos lo pasemos bien todos, y para eso es básico el control de la posesiones y la toma de decisiones”, concluye.

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Tampoco se fía del rival Olle Lundqvist. “Siempre es difícil jugar contra un equipo como el Oviedo que tiene jugadores muy buenos. Necesitamos estar muy concentrados para ganar este partido”, analiza el sueco y señala a la referencia ovetense: “Tiene un jugador, uno de los mejores pívots de la liga, Arteaga, que siempre es difícil jugar contra él. Pero también tiene un par de jugadores que pueden hacer muchos puntos, así que no es nada fácil”. El escolta naranja cree que el hecho de que los asturianos se estén jugando la vida, poner tierra de por medio con el descenso, los hace más peligrosos. “Ganó la semana pasada al Estudiantes. Está jugando muy bien y con mucha intensidad”, indica. El recuerdo de la primera vuelta no es bueno, pero la situación es ahora diferente. “Estamos en racha y con confianza”, dice. Además, tendrán el público a su favor: “Es muy importante para nosotros, nos ayuda mucho. Necesitamos a toda la gente de A Coruña”.

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