El Liceo hizo ayer en Calafell honor a la palabra resistencia. No puede llamarse de otra forma al hecho de dejar en cero goles a una máquina de ganar como es un Palau liderado por una Aina Florenza con instinto asesino frente a la portería contraria. Por lo menos fue así durante 55 minutos. Los 50 del tiempo reglamentario, en los que incluso dispuso de un penalti para abrir el marcador, y cinco más de la primera parte de la prórroga. En la segunda, la pichichi de la liga aprovechó una directa por la décima falta de las coruñesas para poner a las suyas por delante. Y con las verdiblancas completamente volcadas en ataque para buscar el empate, las catalanas sentenciaron a puerta vacía cuando Viki Caretta había abandonado su puesto para dar paso a otra jugadora de pista y que el Liceo tuviese el último ataque en superioridad. Las de Stanis se despiden con la cabeza alta de una temporada histórica en la que han llegado a cuartos de la Champions, firmado la quinta plaza en la liga y en la que fueron eliminadas en cuartos de la Copa de la Reina, una vez más por un verdugo conocido como el Palau, que se verá las caras en semifinales con el Fraga —eliminó al Manlleu, defensor del título—.

PALAU 2 - LICEO 0

Generali Palau de Plegamans: Laura Vicente, Berta Busquets, Carla Fontdegloria, Laura Puigdueta y Aina Florenza —cinco inicial—. Aimee Blackman, Mariona Colomer, Laia Juan y Gisela Vicente

Deportivo Liceo: Viki Caretta, Bea Gaete, Marlena Rubio, María Sanjurjo y Alba Garrote —cinco inicial—. Cris Diz, Alejandra Martín, Lara Yáñez y Lucía Paz.

Goles: 1-0, m.56: Aina Florenza, de falta directa. 0-2, m.59: Laura Puigdueta.

Árbitros: Mier y Nicieza. Sin tarjetas.

Cancha: Joan Ortoll.

El conjunto verdiblanco sabía que tenía que hacer todo bien para tener opciones. Así que se mentalizó de ir jugando mini partidos de cinco minutos dentro del propio encuentro. La táctica era defensiva, sin arriesgar más de la cuenta. Sería un suicidio plantearle un tú a tú al Palau. Se notaba que estaban muy estudiados los movimientos del rival. Siempre había una respuesta para cada propuesta. Y cuando llegaba el disparo, ahí estaba Viki Caretta, que completó un partido sensacional bajo palos. Así fueron pasando esos bloques de cinco minutos y el Liceo seguía resistiendo y teniendo cada vez más cerca la opción de dar la sorpresa. Al descanso, el marcador seguía sin moverse, 0-0.

Las verdiblancas cumplían con el plan establecido. Querían que las amarillas se pusieran nerviosas, que les entrara la ansiedad y eso les pudiese abrir la puerta de alguna contra con la que rematar la faena. Tuvo sus opciones en la segunda parte en la que mantuvo la solidez defensiva y en la que entre María Sanjurjo y Alba Garrote intentaron llevar peligro cuando con su presión alta conseguían robos en zonas peligrosos y se iban lanzadas hacia la portería contraria. También el Palau se ponía serio y avisaba, como con un palo. Pero la ocasión más clara fue coruñesa. Sanjurjo se fue entre dos y cayó en el área. Penalti. El tiro de Garrote se fue fuera. La bocina sonó y dio paso a la prórroga. Y no se puede perdonar a un equipo como el Palau. Porque cuando ellas tuvieron su ocasión a bola parada, se acabó el duelo. Fue en el minuto 56. El Liceo se había llevado once de esos mini partidos de cinco minutos. Y ni siquiera fue suficiente para llevarse el grande y el premio gordo.

Un juzgado ordena embargar las cuentas del club para pagar a Katy Guscin 3.000 euros de deuda

El Juzgado de lo Social número 5 de A Coruña ordenó embargar las cuentas del Liceo hasta cubrir la deuda de 3.000 euros con la exportera del equipo femenino Katy Guscin. La coruñesa llevó a los tribunales al club tanto por los salarios mensuales que dejó de cobrar durante el tiempo que jugó en el conjunto verdiblanco en su regreso a la máxima categoría del hockey sobre patines nacional (comienzo de la temporada 2021-22) como por discriminación por razones de sexo. Si bien tanto un juzgado en primera instancia como el Tribunal Superior de Justicia de Galicia ratificó después se desestimó esta última causa, sí se reconocieron los impagos y una deuda de aproximadamente 3.000 euros. Esto ocurrió en noviembre de 2022 y la institución verdiblanca todavía no había pagado, por lo que la otra parte pidió una ejecución de la sentencia mediante el embargue de las cuentas. Desde el club aseguran que podrán seguir funcionando con normalidad y que esto no afecta a la parcela deportiva, en la que está centrado estos días. Por otra parte, todavía tiene pendiente de pagar los 16.000 euros que el mismo juzgado reconoció y después ratificó el TSXG por despido improcedente a Roberto di Benedetto.