Baloncesto - LEB Oro

La remontada del Madrid, espejo para la del Leyma

“Llamaré a Chus a ver qué dijo él”, bromea Diego Epifanio, “yo les he dicho a mis jugadores que hagan bolsa para estar tres noches y cuatro días en San Sebastián”

Ingus Jakovics, durante uno de los partidos del ‘play off’ contra el Gipuzkoa. |  // VÍCTOR ECHAVE

Ingus Jakovics, durante uno de los partidos del ‘play off’ contra el Gipuzkoa. | // VÍCTOR ECHAVE / María varela

El baloncesto ha dejado grandes remontadas para la historia en los últimos tiempos. Como la del Real Madrid en la Euroliga, en la que remontó un 0-2 en contra al Partizan. Después de perder los dos partidos en casa, se impuso en los dos de fuera y la serie se decidió en el quinto, de nuevo en su feudo. Los blancos no solo ganaron esos tres encuentros, primera vez que un equipo le daba la vuelta a una situación así, sino que después en la final a cuatro levantaron el título. Y a eso se aferra el Leyma en el play off de ascenso a la ACB contra el Gipuzkoa. Porque es exactamente lo mismo que tiene que hacer. Ganar los dos próximos duelos en San Sebastián. Primero el de mañana, porque de lo contrario, no existirá el del domingo. Difícil. Pero no imposible.

“Si tenemos el mismo final... lo firmo ahora mismo”, dice Diego Epifanio. “Es deporte y es baloncesto. Pasó en la Euroliga con un equipo que viste de blanco y al final levantó el título”, indica Álex Hernández. “No quise llamar a Chus Mateo pero lo llamaré para preguntarle qué les dijo a sus chicos para sacar la eliminatoria adelante”, bromeó el técnico, “yo les he dicho que hagan bolsa para estar tres noches y cuatro días en San Sebastián”.

Eso es porque hay confianza. No por lo hecho en el play off, sino por el trabajo de todo el año. “Vamos con la mentalidad de alargar la serie. El equipo es capaz, tenemos muchos recursos y lo hemos demostrado con nuestro nivel de juego a lo largo del todo el año. El equipo está convencido de que podemos volver a Riazor”, confirmó el base murciano. “El primer día nos pudo la ansiedad de vernos por debajo del marcador. En el segundo hicimos las cosas mucho mejor. Y hay que darle mucho mérito también a lo que está haciendo San Sebastián”, analizó e incidió en que el rival puede ganarles, pero no perder ellos solos: “Con eso me refiero a no hacer las cosas bien, a no ejecutar el plan de partido, no estar mentalmente sólidos... puede ser que nos ganen, porque están haciendo las cosas bien y jugando a un gran nivel, pero lo que no puede pasar es que nosotros perdamos. Esa mentalidad es con la que nos tenemos que subir al bus”.

Álex Hernández lo tiene claro. “No cambio a ninguno de mis compañeros por nadie de la liga. Estoy muy orgulloso del trabajo que todos están haciendo y ahora es momento de ayudarnos y seguir mirando hacia adelante solo pensando en el viernes porque si pensamos más allá puede ser una montaña demasiado alta. Tenemos margen de mejora y a ver si volvemos a encontrar esa frescura que nos ha caracterizado a lo largo de la temporada. Nuestros porcentajes no están siendo los mismos que durante la temporada, es evidente, pero yo creo que tenemos que centrarnos en todo lo previo al tiro, ejecutar bien los sistemas, con buenos espacios, buenos bloqueos y estoy convencido de que esos tiros entrarán”, sentenció.

“No podemos engañar a nadie”, reconoce Diego Epifanio. “Teníamos mucha ilusión, habíamos hecho una gran liga regular, siendo terceros, veníamos con muchas ganas de disfrutar delante de nuestro público y se nos está atragantando un poco. Hay que ganar tres partidos y vamos a hacer lo posible para que seamos nosotros. Empezando por el partido del viernes. Porque como equipo, como grupo, no nos merecemos acabar el año con tantas derrotas seguidas, aún siendo conscientes de que ellos están haciendo muy bien las cosas. Pero nosotros nos merecemos más”, añade el técnico, que apunta que el Gipuzkoa es como la horma de su zapato: “Ha sido el equipo que más difícil nos lo ha puesto desde el principio. Cuando supimos el rival sabíamos que allí estaban muy contentos porque nos han hecho pasar apuros, jugamos aquí el peor partido en casa en liga regular y allí hubo prórroga. Ellos están muy tranquilos y han preparado la serie muy bien, sabiendo cómo parar nuestro estilo. Ha coincidido que justo nuestros porcentajes están siendo muy malos y esto nos está condicionando mucho. También pusieron la serie con una exigencia física muy alta, con uso de manos, contactos... y nosotros fuimos muy blandos sobre todo en el primero, en el segundo menos”.

La lectura en ese sentido es positiva porque Gipuzkoa lo está haciendo todo bien, además con un punto de suerte, mientras que el Leyma tiene mucho margen de mejora. “No hemos estado acertados. Con un 23% de acierto en los triples, es muy difícil. El baloncesto va de meter canastas. Hemos pasado de meter 80 y pico a meter 60 y pocos. Vamos a ver si estamos frescos mentalmente. E equipo confía mucho en lo que hemos hecho. Y es lo que tenemos que seguir haciendo”, admite y concluye: “La solución pasa porque estemos más tranquilos. Yo tengo mucha confianza. No cambiamos a nadie de los que están en el vestuario, ya lo ha dicho Álex, ya llevamos mucho mamado juntos, golpes y alegrías. Lo que necesitan los jugadores es tener confianza y saber que en cada tiro no tenemos a toda A Coruña en nuestros hombros. Eso te destroza. Es al revés. En cada tiro tenemos la posibilidad de festejar”.

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