Hockey sobre patines - OK Liga masculina

De la reconstrucción a la final del ‘play off’

El arquitecto de los sueños se apoyó en los cimientos y echó cemento para levantar un equipo sólido que defenderá el título de liga ganado hace un año, aunque ahora le espere el ‘coco’ Barça como rival

La plantilla del Liceo, en el Palacio de los Deportes de Riazor. |  // VÍCTOR ECHAVE

La plantilla del Liceo, en el Palacio de los Deportes de Riazor. | // VÍCTOR ECHAVE / María Varela

Empezó la temporada y en el Liceo se hablaba de año de transición. Cuando ganas la liga y se van siete de los diez jugadores que formaban la plantilla campeona, quizás era lo más prudente. Pero no en un club que cuenta entre sus filas al arquitecto de los sueños. Nadie mejor que Juan Copa para afrontar una reconstrucción. También le quedaron unos buenos cimientos sobre los que levantar el nuevo proyecto: David Torres, César Carballeira y Álex Rodríguez. Así que apoyándose en ellos, el entrenador verdiblanco se pasó meses echando cemento, uniendo uno a uno todos los ladrillos. Y su obra ha tocado techo —ya había llegado a la final de la Copa del Rey— con la clasificación para la final del play off, donde defenderá contra el Barça el título logrado hace doce meses.

Era el objetivo. Pero ahora que está tan cerca el sueño, nadie se va a conformar con menos. El jueves (20.45 horas) arranca la eliminatoria en Barcelona. El segundo duelo de la serie también será en el Palau Blaugrana, el sábado a las 19.00 horas. Para ver el gran duelo del año en A Coruña habrá que esperar al jueves 15 (20.30 horas) en el Palacio de los Deportes de Riazor. Si hay cuarto, repetirá escenario el sábado 17 (20.00 horas). Y si es necesario el quinto y último partido, la final se volvería a trasladar a la Ciudad Condal, aún con fecha sin confirmar, pero en principio previsto para el martes 20.

Allá por el mes de agosto, cuando arrancó la pretemporada con siete caras nuevas —Martí Serra, Bruno di Benedetto, Sito Ricart, Arnau Canal, Fabrizio Ciocale, Mati Bridge y Fran Torres— pocos apostaban por este final de curso. Los coruñeses fallaron en la primera defensa del año, de la corona de la Supercopa, al perder en semifinales contra el Reus. Solo llevaban un mes en marcha. Después llegó una nueva pieza, Pol Manrubia, cedido por el Benfica. Y la locomotora verdiblanca cogió velocidad de crucero. Tanto, que después de la Navidad el conjunto liceísta tiró a la basura el discurso de la transición. Incluso en Europa, donde no había tenido suerte encuadrado en el grupo de la muerte. Llegó a la final de la Copa del Rey. Se le escapó por detalles ante un Barcelona que no solo mantuvo el grueso de la plantilla del curso anterior sino que se reforzó precisamente quitando al Liceo a dos de sus piezas clave como lo habían sido los hermanos Carles y Marc Grau. Se quedó a las puertas de la final a ocho continental. Una única espina. Que ahora pueden olvidar en la final del play off de liga.