Hockey sobre patines - OK Liga masculina

Las lágrimas de rabia y alegría de Álex Rodríguez

El jugador del Liceo lloró amargamente tras perder la final de la Copa del Rey contra el Barça y ahora quiere desquitarse en la final de la liga, que será también su despedida

Álex Rodríguez, jugador del Liceo.

Álex Rodríguez, jugador del Liceo. / VICTOR ECHAVE

“No quería llorar”, recuerda Álex Rodríguez sobre las lágrimas que se le escaparon después de perder la final de la Copa del Rey contra el Barça el pasado mes de marzo. A partir de mañana tendrá la oportunidad de transformarlas en sollozos de alegría en la final del play off de la liga contra el mismo rival. “No lo pude evitar”, continúa explicando sobre aquel día, “me había levantado diciéndole a Fabrizio (Ciocale), que es mi compañero de habitación, que iba a ser un día grande, se me pone la piel de gallina solo con recordarlo, estaba convencido, pero cuando después ves que se te ponen 4-0 y que es casi imposible... tenía mucha ilusión de ganar la Copa con el Liceo y no lo pude controlar, eran lágrimas de rabia y de dolor”. También de despedida. En ese momento, el del Sant Hipolit de Voltregá ya había tomado la decisión de que estaba ante su última temporada en A Coruña. Puede que eso lo hiciera más duro. Pero también que sea la motivación extra para afrontar la final. “Sería el broche de oro. Han sido dos años increíbles. Cortos, pero intensos”, valora el número 27, en honor de su padre, del conjunto verdiblanco.

La familia, precisamente, es uno de los motivos fundamentales de su decisión. “Fue muy difícil, lo he hablado con algunos de mis compañeros. Aquí estaba bien, pero por circunstancias de la vida, del momento en el que estoy... tenía ganas de tomar otro camino, de estar más cerca de los míos”, indica. Y eso que tanto sus hermanos, los exjugadores Dani y Carles Rodríguez, como su madre “eran reacios a este paso” e intentaron convencerle de lo contrario. “Ellos me veían bien aquí y creían que podía seguir jugando de manera profesional. ¡He tenido incluso discusiones! Pero son momentos de la vida. He disfrutado muchísimo, estuve encantado y me sabe un poco mal que el viaje haya sido tan corto, pero fue intenso”, aclara. Evita nombrar al Voltregá, que es el equipo al que regresará. “Al sitio al que voy significa mucho para mí y tengo ilusión”, reconoce. Y añade un tercer factor: “Sentía que era momento también de bajar el ritmo porque lo que tengo en la espalda no ayuda. Los médicos me dijeron que estar a tan alto nivel, entrenando tantas horas, no ayuda a la lesión. Entrenando menos horas, bajando el nivel, mi espalda lo va a agradecer muchísimo en el hockey y en el día a día”.

“Me quedan como mucho tres semanas aquí”, confirma, “y quiero despedirme por todo lo alto porque han sido años increíbles que voy a recodar toda mi vida, jugando en el Liceo cumplí un sueño que tenía desde pequeño”, asegura. Y eso pasa por ganar la que sería su segunda liga de verdiblanco en un año que, a priori iba a ser de transición, con una profunda regeneración de la plantilla con ocho jugadores nuevos, pero en el que su trabajo les ha llevado a dos finales. La de la Copa del Rey y ahora, la del play off. “Va a ser muy difícil. Si es complicado ganarle un partido al Barça, a cinco tienes que hacer las cosas muy bien, pero yo creo que llegamos muy bien preparados, mucho mejor de cómo llegamos a la Copa del Rey en febrero. El equipo creció muchísimo desde entonces y creo que vamos a tener nuestras opciones”, apunta. La fórmula pasa por “hacer las cosas muy bien”. Suena fácil, pero no lo es. “Tenemos que tener claro sus puntos fuertes y hacer que aparezcan lo menos posible para contrarrestarlos con nuestras armas. Vamos a tener nuestras opciones de pelear. No se sabe lo que va a pasar, pero en el ADN de este club está el competir y a eso vamos”.

Favoritismo azulgrana

Los azulgrana, dice, son los favoritos. “No lo tenemos que esconder. Ellos llevan dos empates en todo el año en la OK Liga. Sería mentira si vamos de favoritos. Estamos defendiendo el título, sí. Pero entre comillas lo estamos defendiendo tres. La gente en agosto no daba por hecho que el Liceo iba a estar en la final y menos cómo hemos llegado. Volvemos a estar aquí otra vez y a pelear por todo. Ellos parten de favoritos, pero lo tendrán que demostrar en la pista. Y si después nos ganan, les tendremos que felicitar. Es deporte y todos sabemos que puede pasar cualquier cosa. Pero que nosotros tenemos la ilusión, está clarísimo. Vamos el jueves allí a ganar”, insiste el jugador liceísta. De momento, los precedente de este curso no les benefician. Derrotas por 2-3 y 6-1 en la competición regular y derrota en la final de la Copa del Rey por 4-2 en un encuentro en el que el factor diferencial fue el portero culé Sergi Fernández: “No nos tenemos que obsesionar con él. Sabemos el portero que es, no lo vamos a descubrir ahora. Pero es mortal, se le pueden hacer goles. ¿Que es muy bueno? Claro que sí, seguramente de los mejores por no decir el mejor. Pero nosotros tenemos nuestras armas”.

Álex Rodríguez, con lágrimas, tras perder la final de la Copa del Rey.

Álex Rodríguez, con lágrimas, tras perder la final de la Copa del Rey. / Luis Velasco

Si la presión es del Barça —obligado por presupuesto, por la temporada regular que ha hecho, porque ya dejó escapar la liga del año pasado y porque este tampoco pudo ganar la Champions—, el Liceo juega con la baza de que el objetivo real era estar en la final y ahora solo le queda soñar y disfrutar. “Nosotros hemos cumplido llegando a la final. Pero a todos los que estamos en el Liceo no nos gusta perder ni en los entrenos. No vamos a ir al Palau pensando que si perdemos no pasa nada. Ya que llegamos a una final, lo que queremos es ganarla. Estamos donde queríamos y tenemos que estar tranquilos y hacer lo que nos dice Juan Copa que hay que hacer, seguir su ruta”, indica. Seguro que el técnico verdiblanco se ha guardado algún as bajo la manga. “Pocas cosas puedes cambiar ahora, en la última semana del año. Venimos trabajando muy bien todo el año la manera que quiere jugar. Aunque seguro que algo tiene preparado porque él es así y eso nos hace ganar”, admite. “El otro día, después de la semifinal contra el Calafell, nos dio tal discurso que hizo que ya quisiésemos jugar la final al día siguiente. Te motiva, te hacer estar pensando todo el día en el partido y el grupo también lo nota. Él tiene ganas de volver a jugar una final porque es lo que nos marca el escudo”, concluye Álex Rodríguez antes de juntarse a sus compañeros para el último entrenamiento antes de viajar a Barcelona.

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El cambio de fechas previstas para los partidos de la final del play off en la OK Liga, que según las bases de competición aprobadas en la asamblea del principio de la temporada iban a ser viernes y domingo para pasar a disputarse en jueves y sábado, también ha provocado la modificación de las rutinas habituales del Liceo. Para empezar, la propia planificación del viaje a Barcelona. El club ha tenido muchos problemas para encontrar billetes disponibles para desplazarse hasta la Ciudad Condal. Tanto que finalmente ha tenido que optar por hacer hoy un trayecto en dos escalas. Primero, en avión hasta Madrid para después desde allí coger el AVE en dirección al destino final. Eso significa más horas de viaje —saldrán de A Coruña a media mañana y no llegarán a su hotel de Casteldefells hasta pasadas las nueve de la noche— que se suman al cansancio acumulado de todo un año en el que los coruñeses han vuelto a sumar los kilómetros necesarios como para haber dado la vuelta al mundo (40.000 kilómetros). Y otra de las consecuencias del complicado desplazamiento es que la plantilla no podrá ejercitarse hoy miércoles el día previo al partido de mañana jueves como acostumbra y tuvo que hacerlo ayer martes, que en principio iba a ser su único día libre de la semana. El club ya se quejó en redes sociales del cambio de unas fechas que, en el resto de la temporada, han sido inamovibles, incluso estando el Palacio de los Deportes de Riazor ocupado por dos partidos de play off de Leyma y Liceo, lo que obligó a los verdiblancos a jugar a las 21.45 horas.

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