Entrevista | Pívot del Leyma Básquet Coruña

Goran Huskic: “No voy a ser nunca un jugador físico, debo usar otras armas y compensar”

“Los ochos renovados debemos dar un paso al frente, con los fichajes no va a llegar”

Goran Huskic posa sobre la pista del Coliseum. |  // CARLOS PARDELLAS

Goran Huskic posa sobre la pista del Coliseum. | // CARLOS PARDELLAS

Carlos Miranda

Carlos Miranda

A Coruña

Goran Huskic (Belgrado, 1992) fue la magia repartiendo juego en el poste y el jugador franquicia del Leyma en el asalto a la ACB. Unos meses después, como hiciera en su día en Burgos, acompañará a Diego Epifanio y a Augusto Lima en el estreno de un equipo en la máxima categoría del baloncesto español. Es sincero ante el reto mayúsculo que se le presenta a su equipo y pide un paso al frente de todos, mientras se dispone a disfrutar del Coliseum

¿Le gusta cómo ha quedado el Coliseum?

Está maravilloso. El parqué de la pista está suave, bonito, no es duro para nuestras rodillas. El marcador... Es increíble. Me gusta mucho que es grande, pero que, aún así, la afición está bastante cerca de la pista comparando con otros Coliseum. Me está encantando nuestra nueva casa. Me gustan estos edificios.

¿Ya la visualiza llena el domingo ante el Real Madrid?

Tengo muchas ganas de ver cómo va a ser, no puedo ni imaginármelo ahora mismo, la verdad.

Ha dado alegrías, pero había que dejar atrás el Palacio, ¿no?

Sí, sí. Yo creo que había que cambiar del Palacio de los Deportes porque, aunque traiga buenos recuerdos, es una subida de nivel bastante grande.

¿Qué cambia en la ACB? ¿Con qué deben tener cuidado?

Hay que cometer muchos menos errores, hay que cuidar el balón mucho más, no tener pérdidas porque en tres segundos te meten una canasta. Cualquier error se castiga, entonces tenemos que tener unas conexiones y unas relaciones muy bien trabajadas para que cuando llegue el partido, con una mirada, ya saber qué jugada, qué buscamos, qué queremos... Y en esto se tarda.

Han renovado ocho jugadores y eso acorta el proceso...

Seguro, pero también todos nosotros, los ocho, tenemos que dar un paso delante en esta liga y no es fácil. Los fichajes, en teoría, tienen más calidad y responsabilidad, es normal que sea así. También los otros ocho tenemos que dar un paso al frente, porque no va a ser suficiente con los nuevos.

¿También ve paralelismos entre este Leyma y el Burgos que subió y jugó con usted en ACB?

Son situaciones muy parecidas. Los pasos idénticos. Ahora lo más importante es repetir la permanencia en la ACB (se ríe).

¿Le da tranquilidad ese recuerdo tan positivo?

Yo es que soy muy autocrítico. Hasta que no tengamos buenos resultados, hasta que no lo haga yo bien, hasta que yo no me sienta que estoy ayudando como puedo, no voy a estar tranquilo.

Cuando llegó al Leyma buscaba un nuevo equipo y un cambio de vida personal. ¿Lo ha conseguido?

Sí, desde luego. Aquí me siento contento, me siento que esta es mi segunda casa. Ya llevo once años en España y no me siento como si estuviese fuera. La gente, cuando no estamos en la pista, me trata perfecto. Solo estoy esperando que venga mi familia, estamos esperando los visados y ahí sí que ya voy a estar tranquilo del todo.

Son profesionales, pero también personas. Esas circunstancias influyen en los rendimientos, ¿no?

Es que es igual de importante. Una persona que está triste o depresiva o descontenta fuera del trabajo, seguro que le va a afectar en el trabajo. Es muy difícil separar las dos cosas, tienes que tener un buen balance en las dos cosas para sacar lo mejor de ti.

El juego interior de la ACB es muy físico y sus cualidades son otras. ¿Cómo encaja todo eso?

Yo siempre tardo un poco en ajustarme, en ajustarme de velocidad, de piernas, de reacciones... Yo nunca voy a ser un jugador físico, tengo que usar mis otras armas y compensar. Si no compensas, no vas a estar en el cancha. Tienes que ayudar al equipo con otras moviendo el balón, dando asistencias, acabando bien, metiendo puntos, cogiendo rebotes... Siempre hay cosas que se pueden hacer. Todos los jugadores están aquí porque hacen algo bien. La misión de cada uno es esconder lo máximo que pueda las cosas que hace mal y sacar lo máximo de las cosas que hace bien.

Repartiendo juego en el poste...

Yo es que lo disfruto mucho y Epi lo respeta y confía en mí. Es simplemente llevar control un poco de las jugadas, de las decisiones, de no hacer errores, de ayudar a distribuir. Que el balón tenga fluidez en ataque...

Aquello del Jokic de los pobres...

Sí (se ríe). Pero hay que demostrar mucho en la cancha para mantener este apodo.

¿Prefiere que el estreno sea ante el Real Madrid en el Coliseum o para usted era mejor que viniese otro equipo o arrancar fuera?

Ese partido va a ser muy chulo y se va a disfrutar, ese encuentro no es un problema, no hay mucha presión. Viene el Real Madrid y sales, das todo. Los partidos jodidos y los que van a costar son contra rivales directos, los que debes ganar si quieres mantener la categoría.

Hace un año arrancaron la liga en el Palacio con algo más de 1.000 espectadores y el domingo habrá unos 9.000 en las gradas...

Es tremendo, así es el deporte, así se crean aficiones, así se crean peñas. Tienes que demostrar a la gente que tienes ambición, que puedes y quieres hacer algo grande.

En la LEB Oro ganaban casi todo y ahora van a perder muchos choques en la ACB. ¿Están mentalizados para el cambio?

Sí, yo soy el primero que... Todos aquí somos competidores, pero hay algunos que lo llevan mejor o peor que otros, lo de perder, y yo soy uno de los que lo llevan peor. No me gusta perder y eso te lo exige la ACB, por eso es una de las mejores ligas, porque solo los duros de cabeza, en mentalidad, sobreviven aquí muchos años.

El primer año con Epi en Burgos empezaron la liga con siete derrotas, pero se salvaron. ¿Cómo se convive así con la derrota durante casi dos meses?

Y en las primeras cuatro o cinco jornadas perdiendo por 25 puntos de media. Yo me sentí inútil, que “no puedo”, que “no es mi nivel”, que “vamos a bajar seguro”, pero Epi creía en nosotros, la afición, la directiva y poco a poco lo fuimos consiguiendo. El primer partido se lo ganamos al Murcia. Incluso ese año acabamos décimo terceros o décimo cuartos, no estuvimos ni cerca a bajar.

Tracking Pixel Contents