Atletismo

Yulenmis Aguilar ve la luz: «Siempre vuelvo a mi mejor nivel»

Llegar a la final olímpica «más vendada que una momia» le hizo buscar en los factores de crecimiento una solución a sus lesiones | «Si la salud me respeta, yo creo que puedo estar en dos Juegos Olímpicos más»

Yulenmis García como su readaptador

Yulenmis García como su readaptador / Cedida

Carlos Miranda

Carlos Miranda

Yulenmis Aguilar (Bayamo, Cuba, 1996), nacionalizada hace unos meses, vivió la final olímpica con el orgullo por llegar al cénit de su carrera y con el punto de insatisfacción que le generaba que su cuerpo le impidiese competir al máximo nivel. En su casa tiene ahora un diploma olímpico, pero su historial de lesiones y verse disminuida al medirse a las mejores en París 2024 le llevaron a plantearse soluciones médicas de calado. «Es que mi futuro dependía de ello porque, al fin y al cabo, yo no puedo pasarme mi carrera o la temporada de lesión en lesión o como se vio en los Juegos que aparecí más vendada que una momia», razona resignada y con una pizca de humor. El hombro, por el que casi no llega a París 2024, le volvió a dar guerra y un mal gesto le llevó a lastimarse el codo. «No aguanté la clasificación (de París) y es que, además, tuve la mala desgracia de que me hice daño en el último lanzamiento. Yo es que ya no sé ni cómo llegamos a los Juegos. No mal del todo, pero luego es que estuve mejor el primer día que en la final. Al lanzar el cuerpo intentó defender que no me doliera el hombro y, en un mal gesto, me hice daño en el codo. Fue un desastre», lamenta.

Yulenmis Aguilar

Yulenmis Aguilar / Cedida

«Con la operación el doctor Arriaza no garantiza que recupere toda la movilidad del hombro y puedo perder efectividad al lanzar». Aguilar tiene claras las razones que le han llevado a optar, de momento, por un tratamiento conservador. Es el que en su día hizo famoso Rafa Nadal, el de los factores de crecimiento, que consiste en inyectar plasma enriquecido en las zonas dañadas (en su caso, hombro y codo, tres en cada zona, una por semana) para impulsar la recuperación de los ligamentos lastimados.

El tiempo de los dolorosos pinchazos ha pasado y lleva cuatro semanas con el fisioterapeuta. Se dan de plazo hasta el 15 de diciembre a ver si la apuesta es la correcta y no hay que ir por otro camino. «Ahora toca trabajar y trabajar. Llevo un mes de rehabilitación y va bastante bien, incluso mejor de lo que pensábamos todos. Vamos a ver también cuando coja una pelota o una jabalina en la mano. En las últimas resonancias la lesión disminuyó muchísimo, muchísimo, muchísimo (la zona dañada). Voy ganando fuerza, rangos... Muy bien, pero hay que esperar. En el mes de enero hay que decidir si seguimos por aquí o corremos el riesgo de quirófano, esperamos que no haga falta».

Yulenmis Aguilar

Yulenmis Aguilar / Cedida

Sus sensaciones y las pruebas hablan de momento alto y claro. A ella también le gusta lo que percibe en el día a día. Hay imágenes que valen más que nada. «Creo que va bien porque la cara de mi fisioterapeuta es lo que me transmite. Siempre ha sido muy sincero conmigo, pero hay cosas que se ven en la cara, más allá de lo que me diga. Voy recibiendo carga, poco a poco, alguna molestia, pero menor. Estamos emocionados todos, incluso mi entrenador, mi médico, mi fisioterapeuta, parece que va bien, pero hay que esperar», anuncia.

«He tenido muchos episodios (de lesiones) y yo siempre vuelvo. Un poquito antes, un poquito después, pero siempre vuelvo y volveré. No sé si en tres o seis meses, pero siempre vuelvo. Y he demostrado que cada vez que lo hago, vuelvo a mi mejor nivel». Aguilar derrocha fuerza y coraza ante lo que ha pasado, está pasando y le tocará pasar.

Dejó Cuba, estuvo casi retirada y regresó para plantarse en la final olímpica de jabalina. Quiere más, mucho más. Primeras paradas, la Diamond League y el Mundial de Tokio 2025. Y de fondo uno o dos Juegos Olímpicos: los Ángeles 2028, el primero. «Los Juegos están lejos, pero por supuesto. Si la salud me respeta, yo creo que puedo estar en dos más. Llegaría con 36 años y tengo compañeras que han competido con 39 o 40. Pero hay que ir paso a paso y este año si estoy bien, tengo mucho por lo que competir», anuncia una esperanzada Yulenmis.

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