Aleix Font y Atoumane Diagne, una vuelta a casa con galones de ACB: "Cayeron en A Coruña, el mejor sitio para reencontrarse"

«Yo soy de los que piensa que cuando vuelves a casa, en ese encuentro nunca hay grises: o te sale un partido excelente o no te entra una». El ourensano Álex Mazaira, jugador de Zornotza, estuvo varios años en el baloncesto base del Barcelona y compartió esos pasos previos a la élite en júnior y en el filial con Aleix Font, al que considera uno de sus «mejores amigos» y con el que cada verano se va «de vacaciones», y con Atoumane Diagne, quien fue «compañero de piso» cuando estaban en el segundo equipo culé. Unidos por la amistad y por el baloncesto y conocedor del escenario, sabe a lo que se enfrentan los dos jugadores del Leyma que este fin de semana visitarán el parqué del Palau Blaugrana, a donde anhelaron llegar cuando eran niños.

Font vivió toda su formación en las categorías inferiores del Barça y llegó a debutar con el primer equipo de la mano de Pesic. Mazaira fue captado en 2015 y Atoumane Diagne en torno a esa fecha. El ourensano aún recuerda a aquel joven Aleix «súper organizado y súper metódico», que empezó a «estudiar medicina», que «entrenaba con el primer equipo» y que «no paraba». «Es magnífico, súper majo, atento, responsable, el hijo que todo el mundo quiere tener», apunta. Atoumane Diagne, venido de otra cultura, era más introvertido entonces, «callado, reservado, le gustaba estar mucho en su habitación, a su aire», relata.

Ambos tocaron el primer equipo y tuvieron que emigrar e ir probando hasta encontrar su sitio en A Coruña. Uno se fue al Limoges, el otro al Bamberg antes de probar en Obradoiro y Casademont y aterrizar en A Coruña. Para Mazaira, ambos se han topado con un ecosistema perfecto en el Leyma para darse una nueva oportunidad en la élite. «Cayeron en A Coruña y para los dos fue un muy buen sitio para encontrarse como jugadores, para madurar. Estuvieron con Epi, que apostó por ellos; han tenido ese espacio para suplir esas carencias físicas y técnicas que tienes cuando eres joven, se han sentido muy cómodos. Cada vez que los veo jugar están más maduros, con más galones. Son ese tipo de cosas que se van aprendiendo con la edad», apunta y contextualiza lo que significa crecer en las categorías inferiores de un grande. «Es que cuando estás en una cantera como la del Barça con 14 años ya eres casi un profesional y llevamos muchas temporadas, pero seguimos siendo unos chavales. Aún les queda carrera por delante», sentencia el alapívot.

Todo un proceso para acabar desembocando en los Font y Diagne de hoy, que llevan cinco jornadas de regreso en la ACB. Mazaira cree que con Atoumane «era cuestión de tiempo» que volviese a la élite, « también por su condición de cupo». «Es un jugador con unas características muy concretas, alguien que puede jugar el pick and roll. Es un auténtico lujo, súper grande y tiene un timing de salto perfecto. Y en defensa cambia un montón de tiros», analiza.

Con Aleix ya admite que no es «muy objetivo». «Por nivel , por talento, por meter puntos, por capacidad para leer el juego», no iba a ser, simplemente necesitaba tiempo porque «el físico le lastraba un poco al principio al ser un jugador muy espigado y delgadito». Insiste en que le han dado «confianza y el derecho a equivocarse». Un trabajo de fondo que le ha ofrecido frutos al Leyma, quien ahora se planta con sus dos perlas culés al asalto del Palau Blaugrana.