Dominicos-Compañía, el derbi en el que nadie es forastero: «Ojalá un 7-7 con siete goles de ambos»

«Ojalá se dé un 7-7 con siete goles de ambos», pronostican el capitán del Dominicos, Manu Fernández Becerra, y el del Compañía de María, Ignacio Buruaga, tras darse un deportivo apretón de manos en la plaza de Lugo ataviados con sus respectivas equipaciones. Los dos representantes de la ciudad en la OK Plata se encomiendan al número de la suerte a escasos días de verse de nuevo las caras en partido oficial. El descenso del Compañía a OK Bronce hace dos temporadas dejó al deporte coruñés sin su clásico en el segundo escalón nacional, en el que se quedó únicamente el Dominicos. La permanencia de los de la Ciudad Vieja y el ascenso del club de Riazor permite a la ciudad volver a vibrar este sábado (19.30 horas) con el derbi de plata en el que nadie es forastero.

Es un partido de más de tres puntos, por lo emocional y por lo competitivo. En otras temporadas ha habido enfrentamientos contra clubes próximos como el Ordes o el Lubiáns, pero los capitanes de los dos equipos coinciden en que no existe nada comparable a lo que significan estos enfrentamientos entre formaciones de la ciudad. Ambos recuerdan con añoranza los años en los que compitió en plata el tridente coruñés: Compañía, Dominicos y el filial del Liceo. «Llevas toda tu vida enfrentándote a ellos. Siempre hubo piques, pero es muy bonito poder jugar estos partidos», indica el capitán del Dominicos, Manu Fernández Becerra. El dueño del brazalete del Compañía, Ignacio Buruaga, lo corrobora. «Es un partido ideal para crear un ambiente de hockey que podamos disfrutar todos», añade.

El Dominicos ejerce de local y lo hace con más urgencias que nadie. «No metemos un gol», lamenta con resignación su capitán. El conjunto de la Ciudad Vieja consiguió el pasado fin de semana su primer punto de la temporada al empatar sobre la bocina en la pista del Tordera (2-2). Las primeras tablas llegaron tras acumular seis derrotas en sendas jornadas de liga. Aunque reconoce que en las tres primeras jornadas sufrieron demasiado, cree que lograron mejorar las sensaciones. «Hicimos un cambio de chip y ya empezamos a jugar bastante mejor. Solo falta encontrarnos de cara a portería», resume Becerra. Añade que «ganar el derbi sería un extra de motivación para aguantar hasta el parón de Navidad».

El Compañía visita el polideportivo de Monte Alto más desahogado en la tabla. Suma nueve puntos en seis jornadas en su regreso a la categoría de plata con un proyecto joven alimentado, además, con el filial recién inaugurado en categoría nacional. Pese a las dos derrotas crueles ante el filial del Igualada y el Mataró, se queda con el lado positivo. «Estamos contentos porque hemos sido capaces de competir en todos los partidos», resalta el capitán del CDM, satisfecho con el nivel que despliegan los más jóvenes del equipo en sus primeros pasos en la OK Plata. Buruaga no se fía de los resultados del Dominicos y advierte de su peligrosidad. Aunque ha jugado cientos de veces en Monte Alto, señala que la diferencia de dimensiones respecto a Elviña 2 y la proximidad de las gradas son factores que pueden favorecer a los locales.

Tanto Becerra como Buruaga vivieron en la pista los últimos precedentes en liga. El Dominicos se impuso en los dos duelos de la última temporada en la que coincidieron juntos, la 2022/23. Vencieron en Elviña 2 (0-2) con goles de Javi Añón y Miguel López en la primera jornada y repitieron en la segunda vuelta en Monte Alto (2-1), con tantos de Íñigo Varela y Martín Payero, que neutralizaron el gol de Nil Genero para el Compañía. Los de Riazor se agarran al precedente de esta pretemporada, en el torneo de las fiestas del Rosario, en el que se impusieron (2-4). Por separado, Becerra prevé «un 4-2 para el Dominicos» y Buruaga, sin mojarse demasiado, asegura que le vale «un triunfo por la mínima». En persona, prima la deportividad: que gane el mejor, que se vean muchos goles y que triunfe, sobre todo, el hockey coruñés.