Carlos Taboada: «Me centro en Bilbao, pero me encantaría jugar en el Leyma»

Carlos Taboada comenzó en el baloncesto por compromiso cuando su mejor amigo le convenció para probar a entrenar un día con el Club Baloncesto Culleredo. «Al principio no me gustaba nada, pero a base de seguir yendo me comencé a aficionar y, un año después, el Obradoiro se fijó en mí», recuerda. Menos de una década después de iniciarse en el deporte de la pelota naranja, afronta este fin de semana con el corazón dividido entre el Leyma Coruña, el club de su ciudad, y el Bilbao Basket, al que se unió este verano y con el que ya ha debutado en competición europea en medio de una cesión al Zornotza de Segunda FEB (antigua LEB Plata). Aunque le gustaría jugar en el proyecto naranja en el futuro, en esta ocasión tiene que elegir el bando del conjunto vasco.

La historia de Carlos Taboada comienza en las pistas del Club Baloncesto Culleredo, donde rápidamente captó la atención de una cantera potente como la del Obradoiro. Seis años en Santiago le llevaron a asentarse como referencia en el juego interior del filial, el Obradoiro Ames, en la Liga EBA (ahora llamada Tercera FEB). Sin embargo, todo cambió este verano en un entrenamiento de control de las categorías inferiores de la selección española. «Coincidí con Jaume Ponsarnau este verano en una concentración que hicimos en Melilla. Se fijó en mí, le gusté y así conseguí acabar aquí, en el Bilbao», relata Taboada.

La decisión fue un paso adelante y un estímulo para su carrera al sentir que ya era el momento de dejar atrás la etapa formativa en los equipos vinculados al Obradoiro. Con sus 2,15 de estatura, hizo las maletas y se marchó al País Vasco para ponerse a las órdenes de Ponsarnau. «La pretemporada fue increíble, la usé para aprender de jugadores con mucha experiencia. Di lo mejor de mí, fui como una esponja», se maravilla al recordar las semanas de entrenamiento durante el mes de agosto. Destaca que se centró, sobre todo, en sus compañeros de posición. «Me fijaba mucho en los interiores como Hlinason o Marvin Jones. Estudiaba detalles técnicos, ángulos de bloqueo, continuaciones y posicionamientos para los rebotes», precisa.

Aunque ya sabía que su destino pasaba por una cesión al Zornotza en Segunda FEB, el pívot coruñés se esforzó al máximo para aprovechar la oportunidad de entrenar y debutar con vestuario de ACB Ponsarnau le diese la oportunidad a Taboada de jugar sus primeros minutos con el Bilbao en un amistoso muy especial, contra el Leyma en Laredo. Los hombres de negro vencieron aquel encuentro de preparación, el segundo del conjunto coruñés en su rumbo hacia el debut en la ACB. Taboada continuó en dinámica con el equipo y llegó a disputar algunos minutos en la fase de clasificación para la FIBA Europe Cup antes de marcharse al Zornotza. «Se ha notado bastante el cambio, pero cada vez voy mejor», reconoce Taboada, sobre la diferencia de nivel respecto a la liga EBA. Entre medias, ha vuelto a recibir la llamada de Ponsarnau para estar en el banquillo en un par de duelos de la competición europea

Aunque el debut en la ACB tendrá que esperar, Taboada vive con ilusión el camino hacia la élite del baloncesto. En la distancia, vibra con los triunfos del equipo coruñés, al que desea ver muchos años en la máxima categoría y al que sueña con representar algún día. «Ahora me centro en Bilbao, pero me encantaría jugar en el Leyma, en el equipo de mi ciudad», indica. Pese a su devoción por los naranjas, en esta ocasión se debe al color negro. «Por mucho que me duela, porque es el Leyma, en esta ocasión apuesto por el Bilbao», concluye.