Baloncesto | Liga ACB

114-66 | El Leyma hace aguas en Vitoria

Cae por 48 puntos ante el Baskonia, castigado por sus problemas para capturar rebotes y secar a los triplistas

Burjanadze habla en la pista con Trey Thompkins.

Burjanadze habla en la pista con Trey Thompkins. / ACB Photo

Redacción

Las circunstancias no eran las idóneas, la escasez de efectivos, por lesiones y enfermedades, no ayudó. Sin embargo, pocas justificaciones valen para explicar el roto en el casco que llevó a pique el barco del Leyma Coruña en el Buesa Arena. El conjunto naranja cayó por una inusitada diferencia de 48 puntos (114-66) en su visita al Baskonia. Los vitorianos, sin hacer grandes alardes del talento de nivel Euroliga que atesora su plantilla, arrollaron sin piedad a los pupilos de Diego Epifanio, que comenzaron renunciaron a la victoria en apenas once minutos. No comparecieron en los rebotes (50-25), tomaron malas decisiones y las muñecas, frías, bloquearon las mentes de un equipo que pasó en cuestión de días de poner contra las cuerdas al líder a verse completamente desarmado e indefenso.

Brandon Taylor gesticula en el partido ante Baskonia. |  ACB Photo

Brandon Taylor gesticula en el partido ante Baskonia. | ACB Photo

Diego Epifanio contó con los efectivos justos en el viaje a tierras vitorianas. Dispuso finalmente de Ingus Jakovics, recuperado tras ser baja el pasado domingo, y completó la convocatoria con Scrubb y los vinculados Thiam y Cebrián. El técnico burgalés confió en diez hombres para hacerle frente a los pupilos de Pablo Laso, motivados por sus opciones de soñar con meterse en la Copa del Rey.

Luwawu-Cabarrot se queja con la pelota en la mano ante Barrueta. |  ACB Photo

Luwawu-Cabarrot se queja con la pelota en la mano ante Barrueta. | ACB Photo

Nada hacía sospechar en las primeras posesiones que el Leyma estaba a punto de vivir su peor partido de la temporada. Taylor abrió el marcador con una suspensión frontal y, aunque Hall machacó el aro para empatar, Huskic supo buscarle las cosquillas para convertir una bandeja tras postear. (2-4). La alegría naranja duró esos breves instantes. Cabarrot empató y, cuando el pívot serbio buscaba repetir el posteo, Hall le clavó un tapón para que Baldwin asistiese con un alley-oop a Moneke, que con un tiro adicional, aseguró el mando del Baskonia en el marcador (7-4).

Pablo Laso comenzó a encontrarle los puntos débiles al sistema de un Leyma al que se le vieron rápido las costuras. La versatilidad de Moneke, que dejó la pintura para hacer daño desde el exterior, causó estragos en los pequeños desajustes de la defensa del Leyma, que punteó sin demasiado acierto los triples certeros del tirador baskonista.

Los problemas para frenar los tiros se agravaron a la hora de comparecer a por los rebotes. Un 14-5 en capturas en el primer parcial a favor del conjunto vasco fue el caldo de cultivo ideal en el que los vitorianos solidificaron su ventaja. Aunque Barrueta intentó responder con un par de triples, la efectividad de Rogkavopoulos y Cabarrot elevó a los dos dígitos la diferencia al término del primer cuarto (22-12).

Lejos de encontrar soluciones y de cortar la sangría de balones en los rebotes, el Leyma se desentendió por completo del partido en apenas un par de minutos del segundo cuarto. Diop y Cabarrot reventaron las alarmas del equipo coruñés. A los problemas en las capturas se sumaron las pérdidas, las malas decisiones de tiro y la escasez de puntería colectiva. Jakovics regaló varios balones en ataque, Thompkins no compareció en ataque y, sin segundas oportunidades, el equipo naranja vio crecer la desventaja hasta el 35-12 tras un parcial de 19-0 a favor de los locales.

Epi paró por segunda vez el partido en apenas cinco minutos de juego. El técnico burgalés apeló al mensaje constructivo para tratar de rescatar lo que quedaba de su plantilla, que había sido incapaz de anotar en los cuatro primeros minutos del segundo cuarto. Al regresar a la pista, Taylor rompió finalmente la racha aciaga con una bandeja demasiado sufrida. Sin embargo, cada pequeña buena noticia para los coruñeses despertaba un festival de triples del Baskonia.

Los exteriores, y también los interiores, de la escuadra vasca volvieron a sacarle los colores a la defensa del perímetro del Leyma, que tanto sufre en ese apartado en las últimas semanas. Samanic abrió la veda, Rogkavopoulos tomó el relevo, Baldwin los enchufó de dos en dos y Cabarrot se sumó a la fiesta en último lugar. Hall, aunque no probó suerte desde lejos, consiguió sumar otros tres puntos con una bandeja y un tiro libre adicional. Ante semejante vendaval, el Leyma apenas pudo responder con unos tiros libres de Huskic y Burjanadze. Baldwin castigó esa insuficiente reacción con una canasta más para cerrar la primera parte (55-23).

Aunque la victoria ya era una quimera, el Leyma se contentaba con una segunda parte en la que pudiese suturar alguno de sus males. Taylor, con el primer triple del equipo, inauguró el tanteo del tercer cuarto y, aunque Moneke seguía en racha, Huskic se sumó al ataque para mostrar una cara ligeramente mejor que en la primera mitad. Pese a solucionar parcialmente los problemas en ataque, el pozo sin fondo en los rebotes siguió lastrando sin remedio a la defensa. Rogkavopoulos, Cabarrot y Moneke ampliaron hasta más allá de los 30 puntos la ventaja. Barrueta comenzó a enchufar triples demasiado tarde, dos de dos en el cuarto, cuando los dos equipos entraron en una fase de relajación. Diagne terminó el parcial con tiro desde el poste bajo (81-44).

Los de naranja aún tenían que soportar diez minutos de la basura más. Barrueta, ya sin nada en juego, tiró todo lo que pasó por sus manos en ese tramo final. Seis triples intentados y solo dos anotaciones en su duelo particular con Rogkavopoulos, que también los enchufó a pares. Epi aprovechó las circunstancias para rotar. Le dio a Thiam una buena carga de minutos y aprovechó la relajación del Baskonia para dar por fin el callo en los rebotes. Ya era tarde para impedir que los vitorianos se convirtiesen en el quinto equipo que le endosa 100 puntos al Leyma esta temporada. El marcador se fue hasta el 114-66 en un final demasiado relajado para una noche en la que el equipo coruñés hizo aguas y, quizá, tocó fondo.

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