Hockey sobre patines | WSE Champions League

El Liceo, en uno de los fortines del hockey europeo

Visita el Pavilhão Fidelidade, la casa del Benfica, con el anhelo de que vuele el primer punto de la temporada de esa pista

Bruno Saavedra busca batir al meta del Benfica en uno de los últimos lances del partido del Palacio. |  Germán Barreiros / Roller Agencia

Bruno Saavedra busca batir al meta del Benfica en uno de los últimos lances del partido del Palacio. | Germán Barreiros / Roller Agencia

Redacción

El Liceo se encontrará el mismo Everest que escaló hace una semana, pero esta vez deberá afrontarlo por una cara más complicada y sin el oxígeno que le da su gente. No tendrá en esta ocasión el abrigo del Palacio de los Deportes de Riazor y sí deberá enfrentarse a uno de los mejores equipos de Europa, el Benfica (el jueves, 21.00 horas), en una pista inexpugnable, el Pavilhão Fidelidade de la capital lisboeta.

El equipo del faraónico proyectado de Edu Castro, Pau Bargallò y João Rodrigues aún no ha dejado volar ni un punto esta temporada de su pabellón. Seis partidos y seis victorias entre liga portuguesa y la WSE Champions League en una serie de encuentros en la que abundan las goleadas. Solo un 3-2 ante el Tomar en el campeonato doméstico y un 3-1 en Europa frente al Oliveirense pudieron generarle un mínimo de incertidumbre. Ahora llega, de nuevo, el Liceo de Juan Copa a por un imposible, envalentonado por ese punto de hace una semana en A Coruña que bien pudieron ser tres si Bruno Saavedra llegase a superar a Roberto di Benedetto y a Pedro Henriques.

El duelo de la sexta jornada de la Liga de Campeones de hockey verá de nuevo un choque de estilos. El de un Benfica que se siente cómodo atacando en estático, que es capaz de generar ante equipos replegados y el de un Liceo que se colocará en torno a Martí Serra y que espera, además de poder defenderse, hacer daño en las transiciones y estar más certero ante la portería contraria en esas contras vertiginosas que tiene preparadas. Nada cambiará en el guion de partido respecto a lo vivido hace una semana en el Palacio de los Deportes de Riazor. Eso sí, será todo mucho más extremo. El agobio que generarán los lisboetas será incluso mayor y las oportunidades a campo abierto y ante la meta local es probable que sean menores para el equipo coruñés. A sufrir y a soñar.

Al igual que hace siete días, será primordial que Martí Serra tenga, de nuevo, una velada inspirada. En ese 0-0 que abrió el 2025 europeo en A Coruña disfrutó de uno de sus mejores partidos como meta verde. Esa gran actuación llegó justo unos días después de que se conociese que el Liceo tiene atado al portero del Noia, Blai Roca, para la próxima temporada. No es una contratación que se haya hecho oficial, pero la dirección deportiva que dirige Antón Boedo, junto con Juan Copa y los directivos, preparan un cambio de guardia bajo palos y uno de los damnificados puede ser justo ese guardameta que se hizo gigante ante uno de los mejores equipos de Europa.

El Liceo deberá luchar ante un equipo con mayores aspiraciones, ante el escenario y también ante un conjunto con una mayor rotación. El equipo de Juan Copa volverá a tener las bajas de Pablo Cancela, lesionado de larga duración, y de Tato Ferruccio, quien sigue con el procesión de recuperación de una pubalgia con un tratamiento conservador. La rotación se reduce, de esta manera, a siete jugadores de campo que tendrán que redoblar esfuerzos y pulmones para suplir ese efectivo de menos que llevará el Liceo en la convocatoria. Hace una semana pudo superar ese hándicap y muchos otros, esta semana se volverá a encontrar en la misma tesitura, aunque con mayores dificultades por delante.

La cuarta plaza, a salvo

El empate del Palacio ante el Benfica es, precisamente, el que le permite al Liceo respirar y tener, de momento, a buen recaudo la cuarta plaza, que es la que da acceso a los cuartos de final de la Champions. Una hora más tarde, también en Portugal, el Valongo recibe al Dinan Quevert. Son el quinto y el sexto clasificado, los equipos que se quedarían fuera de esa siguiente fase. Una victoria de los franceses, combinada con una derrota coruñesa, les igualaría a puntos, aunque el Liceo estaría por delante. Habrá luego cuatro partidos que serán decisivos. Aún hay lucha y pelea en una Champions que hoy vive una batalla grande.

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