90-98 | El Leyma se queda en la duda constante
Los nervios y la falta de respuesta ante las decisiones arbitrales abocan a los naranjas a su octava derrota consecutiva

El Leyma cae en casa con el Gran Canaria / Iago López
El Leyma Coruña vive en una duda constante. ¿Qué más hay que hacer para ganar un partido? Acierto en el tiro, trabajo en el rebote, orden en defensa. El conjunto coruñés lució estos atributos, al menos en algunos tramos, contra el Gran Canaria en el Coliseum. Sin embargo, ninguna virtud, ni siquiera las de los retornados Lima y Heurtel, sirvió para cambiar la dinámica que atormenta al equipo desde hace ocho jornadas. Los naranjas cayeron de nuevo ante el equipo canario (90-98) en un duelo en el que las decisiones arbitrales lastraron en faltas y en puntos, a un equipo, el coruñés, al que ya le pesa bastante su propia mochila.
54 días tardó el Coliseum en volver a ver en acción a Augusto Lima. El pívot brasileño regresó a la convocatoria tras mes y medio lesionado, desde que se hiciese daño nada más iniciar el partido contra el Manresa. De regreso en la pista y en el baloncesto, Epifanio le devolvió la confianza como el pívot titular de un quinteto que recuperó las caras habituales. Thompkins se mantuvo en el equipo inicial con la misión de contener las amenazas interior de su compatriota John Shurna.
Aunque la primera pelota se la llevó el equipo insular, Lima apenas tardó unos segundos en cazar su primer rebote e iniciar el ataque con el que Lundqvist abrió el marcador a pase de Taylor (2-0). Aunque el Gran Canaria amenazo con su poderío ofensivo interior, no vaciló en aprovechar la eficacia de Nico Brussino en el perímetro. El alero uruguayo puso en ventaja a los canarios con un triple desde la esquina y marcó el ritmo anotador.

Heurtel se lamenta en el banquillo tras golpear la valla de publicidad. | Iago López
Los regresos nunca son sencillos y Lima pidió el cambio a los tres minutos de iniciar el duelo para dejarle su lugar a Diagne, que aceptó el papel protagonista que le regaló Taylor a base de asistencias. El pívot senegalés salió a pista con un tapón y con un par de mates debajo del brazo. Le faltó contundencia para frenar las penetraciones de Conditt, que tiró de físico para volver a tomar la delantera (8-9).
Epi no dudó en usar todas las armas a su disposición. Eso incluyó, pese a las dudas de la previa, la calidad de Thomas Heurtel. El base galo tomó los mandos de la nave naranja y, con un par de tiros libres, logró igualar la contienda que Brussino quería desequilibrar (12-12). Se asoció a las mil maravillas con Diagne, que disfrutó de cada pase de fantasía que le dejaba solo ante el aro. Pese a la lucidez en ataque, a los hombres de Epi les faltó dar con la clave para frenar las penetraciones de Conditt o los triples de Samar, que se estrenaba con la camiseta del Gran Canaria. Solo Heurtel, el único que pareció no temerle a Conditt, logró reducir las diferencias a un 20-24 al final del primer cuarto con una penetración casi imposible.

Huskic intenta interceptar un balón en el duelo contra el Gran Canaria. | Iago López
Pese a que Jakovics arrancó el segundo cuarto con una sufrida canasta bajo el aro, al Leyma le volvió a costar defender las posesiones del Gran Canaria. Brussino encontró la forma de tirar sin oposición, o de sobreponerse a los punteos naranjas, y Shurna entró a la pista con la intención de atormentar a Burjanadze, a Huskic y a quien se le pusiese por delante. Heurtel intentó asumir galones con algún pase espectacular que acabó en un triple de Barrueta (25-26), pero cayó en la frustración al cometer una falta inocente. Epifanio le mandó al banquillo y el francés, ofuscado, lo pegó con una patada a la valla de publicidad y se ganó algún abucheo.
En la cancha, el Leyma encontró poco a poco su posición en el partido. Lima forzó la máquina para aportar su capacidad defensiva y, aunque erró en algún rebote ofensivo, se asoció bien con Taylor en los bloqueos directos. El jugador estadounidense sí asumió la responsabilidad de la remontada a base de robos a los exteriores canarios y Thompkins le hizo los coros con su poderío en la pintura y en el poste bajo. Los dos metieron el miedo en el cuerpo a Jaka Lakovic. El técnico del Gran Canaria apretó el botón del pánico cuando vio a Taylor robar y anotar fácil (34-40) en una tendencia al alza del Leyma. Thompkins continuó su buen hacer con un tiro abierto de dos puntos que apretó el partido a dos minutos del descanso. El Leyma hizo méritos para llegar al entretiempo con una desventaja mínima o con una remontada parcial, pero falló en los momentos clave. Diagne anotó un tiro libre y Taylor hizo su magia para dejar la cuestión en cosa de un punto (39-40) a escasos segundos de acabar el cuarto. Sin embargo, Thomasson tomó aire con unos tiros libres casi sobre la bocina (39-42).
Si el Coliseum se marchó al descanso con silbidos para el trío arbitral por el criterio en los contactos y en las decisiones controvertidas, la sinfonía de viento no cesó en el tercer cuarto. El Leyma se las prometía felices con la canasta rápida de Taylor (41-42), pero se dejó una desventaja mortal en una falta que señalaron los colegiados. Albicy anotó tres tiros libres poco después de que Brussino hubiese sumado otro triple más en su cuenta particular. Entre los dos hicieron un roto en el marcador (41-49) y el Leyma tardó demasiado en encontrar el hilo para coserlo de vuelta. Scrubb y Taylor le pusieron ganas, pero Thomasson y Homesley alargaron el castigo. Epi recurrió durante unas posesiones al dúo Heurtel-Taylor. Cortaron la dinámica de los canarios, que se llegaron a poner 43-57 y rebajaron la diferencia a siete puntos gracias a un gran triple de Scrubb. La cuarta falta de Diagne, protestada por el banquillo y por la grada, condicionó el final del cuarto (62-76).
No sería por falta de ganas. Scrubb, Taylor, Huskic y Heurtel lucharon, pero el equipo cayó en la frustración. Cada decisión arbitral en contra, acertada o desacertada, desestabilizó más y más a los hombres de Epi. La muñeca de Homesley, que anotó 22 de sus 26 puntos en la segunda mitad, sentenció un partido que tuvo demasiados minutos de la basura. El Leyma encontró acierto en el tiro con el partido ya roto, el mismo que le faltó en defensa para cortar la sangría de puntos de los tiradores canarios que cerraron el tanteo final (90-98). Ni con todas sus armas, el Leyma pudo poner fin a su racha oscura de resultados que empieza a pesar demasiado.
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