La madre de una árbitro de 13 años en A Coruña: "Acosaban a mi hija en manada ante cualquier decisión"

Denuncia lo ocurrido en un partido de prebenjamines el pasado fin de semana en La Torre

Campo de la Torre acondicionado para el rugby.

Campo de la Torre acondicionado para el rugby. / Víctor Echave

"El delegado de Victoria, tras sancionar una falta en el medio del campo, entró en el terreno de juego unos seis metros dirigiéndose a mí en actitud desafiante en los siguientes términos: 'Arbi, qué escándalo, qué vergüenza, no tienes ni puta idea', sientiéndome asustada e intimida". Una colegiada de 13 años relataba este incidente en el acta de un Victoria B-Silva de prebenjamines que se disputó este pasado fin de semana en los campos de La Torre en A Coruña. Fue un avance de lo ocurrido, porque horas más tardes, su madre realizó una publicación en redes sociales para denunciar los hechos y lo que tuvo que soportar su hija. "Los entrenadores del Silva y del Victoria fueron los más correctos dentro de lo terriblemente agresivo y maleducado de la situación. El delegado del Victoria fue un auténtico monstruo que se dedicó a discutir de manera reiterada todas y cada una de las decisiones de una niña de 13 años que, al igual que los jugadores, está aprendiendo. Con mala educación, intimidandola con sus aspavientos, sus expresiones y su actitud corporal (...) Un energúmeno que debería tener una orden de alejamiento de los campos de fútbol. Con su ejemplo desde la banda, lo único que hace es crear monstruos a su imagen y semejanza. De hecho, en un descanso un jugador de, no más de siete años, se acercó a mí hija, la árbitro, exigiéndole explicaciones por su manera de pitar las faltas, cuando esté niño debería tener grabado a fuego que al árbitro no se le discute. Raquel, a pesar de su situación y nerviosismo, le perdonó e hizo oídos sordos", relata su progenitora.

Tampoco sintió que el trato era el debido por parte de algunos de los representantes del Silva: "Raquel cometió el error de no comprobar en la alineación quiénes eran los que estaban subidos como técnicos de ese partido por parte del Silva. Y se encontró con un entrenador y tres jóvenes que, actuando en manada, sí en manada, acosaban a mí hija ante cualquier decisión arbitral. No sé atrevía a acercarse a la banda porque les tenía miedo. Literalmente miedo, por sus expresiones y su actitud agresiva", asegura antes de concluir su razonamiento y su juicio de valor ante lo que debería ser: "Raquel no hizo uso de todas las armas que el reglamento tiene habilitadas para estos casos, como activar el protocolo de violencia verbal, sacar tarjetas, expulsar a los tres sinvergüenzas que estaban en el banquillo del Silva (...) Acosaban a una niña menor de edad, con el brazalete que identificaba su edad, me parece denunciable", cuenta: "Los niños árbitros son imprescindibles para los partidos y son el futuro del fútbol, son valientes, muy valientes, estudian y van a clase todo el año para sacar el titulo y seguir aprendiendo, aunque hayan aprobado el examen. Son unos apasionados del futbol y del deporte y son extraordinarios. Debería haber en los campos de fútbol una autoridad, ya sea Policía o personal de la Federación Galega, que vele por el correcto desarrollo de los partidos desde el respeto y la educación".

Los responsables del Victoria, por su parte, estuvieron durante toda la jornada de ayer recabando información sobre lo sucedido y avanzan que hoy emitirán un comunicado al respecto. El Silva, quien no aparece como foco de incidentes en el acta y que no ha recibido ningún anexo aún, no tiene constancia de los hechos de los que se hacen responsables a sus técnicos.

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