Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

104-89 | El Leyma tira piedras contra su tejado

Olvida en Manresa lo construido ante el Lleida al regalar 20 pérdidas y verse incapaz de secar a los triplistas rivales

Manresa - Leyma

Manresa - Leyma

Daniel Abelenda Lado

Daniel Abelenda Lado

En una pista tan complicada como el Nou Congost, lo que menos necesitaba el Leyma Coruña era tirar piedras contra su propio tejado. Los naranjas llegaban al partido contra el Manresa con las buenas sensaciones de Badalona y el triunfo ante el Lleida, pero lo tiraron todo por la borda en un encuentro nefasto. 20 pérdidas de balón y una ineficacia crónica en la defensa de los triples (17 de 39 anotó el conjunto catalán en el perímetro) enterraron cualquier esperanza que tuviesen los pupilos de Diego Epifanio de asaltar el fortín manresano. Los 19 puntos y 4 triples de Heurtel resultaron insuficientes para compensar sus cinco balones regalados y para contrarrestar la contundencia ofensiva de Cameron Hunt, Derrick Aston Jr. y Marcis Steinbergs. El Leyma se carga más deberes en la mochila y desanda lo que avanzó, en juego y resultados, en las últimas jornadas.

Manresa - Leyma

Manresa - Leyma / acb

Epifanio volvió a cambiar su convocatoria para dar entrada a una cara nueva. Mantuvo a Lundqvist fuera de la lista y añadió al dominicano Ángel Núñez. En el lugar del dominicano, que todavía no ha debutado, entró el último en llegar, Karlis Silins, que sí tuvo la oportunidad de disputar sus primeros minutos con el conjunto coruñés.

Desde las primeras posesiones, el Leyma ya sabía la dinámica de partido que le esperaba. Scrubb inauguró el marcador con una canasta bajo el aro a pase de Huskic, pero dos triples de Alston y Hunt en los dos primeros ataques de Manresa sentaron las bases del encuentro. Los catalanes mandaron en el ritmo y el Leyma, que cayó en la trampa, aceptó el juego eléctrico en lugar de alargar las posesiones. Al principio, la apuesta salió bien. Taylor mostró la calidad de su mano con dos canastas de nivel. Huskic, Burjanadze y Diagne sacaron, también, puntos en la pintura para establecer el 8-13 en el marcador del Congost.

El buen inicio fue un espejismo que rápidamente neutralizó el Manresa a base de triples. Hasta seis anotaron en el primer cuarto. Guillem Jou igualó (13-13) y Alston, que dobló la apuesta, ganó un duelo particular con Barrueta. Epi recurrió a Heurtel para poner orden y el francés se sumó a la fiesta de los perímetros (19-19). Diego Ocampo ajustó a sus hombres a tiempo y logró opacar al galo coincidiendo, justo, con la entrada en la pista de Karlis Silins.

El pívot letón se estrenó con una canasta de dos puntos que cortó un pequeño parcial positivo de los locales (25-21). Sin embargo, al recién llegado se le notaron las costuras. Faltó comunicación con Heurtel y sufrió en los cambios de marcaje ante un Steinbergs a quien no le tembló el pulso al salir de la pintura para cometer diabluras desde el perímetro y cerrar así el primer cuarto (28-22).

Seis triples del Manresa y seis pérdidas del Leyma en los primeros diez minutos dieron paso a más castigo con los primeros y más errores con los segundos. Saint-Supery estrenó el segundo cuarto con otro triple desde la esquina y encendió las alarmas (31-22) que Thompkins, el mejor de los coruñeses, trató de apagar con un buen posteo. La séptima pérdida de los naranjas, en un mal pase al contraataque de Heurtel hacia Thompkins de campo a campo acabó en un nuevo triple, de Jou, que supuso el 34-24 y obligó a Epi a pausar el encuentro.

De poco sirvió el tiempo muerto del Leyma, que siguió sin encontrar métodos para suturar sus heridas en el perímetro. Perdieron, no obstante, la capacidad de anotar en tiros de campo. Apenas fue Thompkins el que logró anotar por medio de suspensiones, de tres y de dos puntos, en un tramo en el que solo los tiros libres, a cuentagotas, permitieron a los naranjas sumar puntos a su casillero. Mucho más rápido lo hacía el Manresa, abonado a los pases de Dani Pérez, al poderío de Cate y a los triples de casi cualquiera de sus jugadores. Jou y Obasohan insistieron con el castigo y amenazaron con sentenciar el partido mediado el segundo cuarto (49-30).

El Leyma se vio inmerso en una crisis de identidad. Heurtel, ofuscado, no encontró el método de meterle mano al Manresa y se vio frustrado al cometer varias faltas innecesarias, especialmente una en ataque cuando Taylor salía al contragolpe. La línea de 4,60 metros, a la que acudieron con asiduidad Huskic y Jakovics, permitió a los de Epi construir un pequeño parcial positivo (5-12) para firmar un 54-42. Reyes elevó la ventaja de los catalanes, Taylor la volvió a igualar y a Scrubb le faltó una décima de segundo para anotar un triple sobre la bocina del descanso que los árbitros no dieron por válido (57-44).

Trey Thompkins trató de solucionar con sus propias manos los problemas que lastraron al Leyma en la primera parte. El norteamericano anotó las dos primeras canastas de los naranjas en el tercer cuarto y amenazó con encenderse del todo, pero Hunt y Alston, con un triple cada uno, acudieron como dos bomberos a apagar la reacción coruñesa (63-48). Heurtel, más acertado que al inicio del partido, también puso su granito de arena. Anotó dos canastas consecutivas, la segunda de tres puntos, para poner a doce al Leyma (68-56). Otros dos hombres de rojo, Obasohan con un triple y Cate con una suspensión desde la línea de tiros libres, volvieron a frustrar a un Leyma que, definitivamente, bajó los brazos al final del tercer cuarto (85-65).

19 pérdidas en 30 minutos son un pecado para el que el Leyma no encontró redención alguna en el último parcial. Ni siquiera sin presión acabaron los problemas. Heurtel cometió una antideportiva al darle un codazo a Obasohan, mientras pasaba a Burjanadze y el de Manresa se acercaba a presionarle (91-69). Dani Pérez, que no se cansó de asistir hasta llegar a dobles dígitos, continuó con el castigo a la feble defensa coruñesa. Epi le dio los minutos finales a Silins, ya sin nada en juego, para que sacase a relucir un mate antes de que el encuentro acabase 104-89. Un castigo merecido para un Leyma que, incapaz de defender en el perímetro y de evitar pérdidas, retrocedió las casillas que había avanzado en las últimas dos jornadas.

Tracking Pixel Contents